«O doce ritmo das pedras» hizo bailar a Cervantes

Marcos S. Pérez SANTIAGO

SANTIAGO

Ayer se cerró el festival O Doce Ritmo das Pedras. Antes de la actuación de los británicos Neil's Children, al funky de Cinnamon Gum hizo bailar las piedras

30 ago 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

Son blancos, pero tocan un funky de piel oscura, oscurísima. Son jóvenes, pero desde siempre les han gustado los ritmos y melodías retro, aquellas que en los años sesenta y setenta ascendían desde el Bronx y los peinados afro, las que acompañaban a mitos televisivos como Shaft o Cleopatra Jones. La música de Cinnamon Gum parece salida de valiosos vinilos, más viejos que ellos mismos. Ayer, Cervantes fue funky, (y negro), las piedras bailaron y Compostela parecía otro lugar y otro tiempo. Cinnamon Gum mezcló el acid jazz con el blues o la bossa nova, resultando unas melodías envolventes y saturadas, marcadas por el sonido del Hammond. Es una formación tan joven que sólo tiene un año. Hasta el 2001, cada uno de sus integrantes tocaba en un grupo distinto. Y tan distinto: aquí está el saxofonista de Budiño, el batería de Carlos Núñez, un guitarrista de jazz o el teclista de Purple Adiction. Han grabado un EP de vinilo con cuatro temas, gracias al apoyo de la sala Rock Club de Ourense, y los días 27 y 28 de septiembre lo presentarán en Madrid, con dos conciertos en el Rock Palace. El funky en Galicia Pero no es fácil ser funky en Galicia. Aquí la música joven tiene que pelear mucho para sobrevivir, y mucho más si no es folk o, al menos, rock. Iván explica que esto, paradójicamente también juega a su favor, «como aquí nunca se ha escuchado funky, parece algo novedoso, cuando en realidad es todo lo contrario». En marzo, grabarán un LP, que incluirá las canciones de su maqueta, como Minor groove o Sun Fashion, totalmente instrumentales, así como algún tema con voz.