Santiago Carrillo presentó ante los alumnos de Ciencias Políticas su libro sobre el comunismo Santiago Carrillo se pasó ayer por Santiago para presentar su último libro, titulado «¿Ha muerto el comunismo?». Lo hizo ante más de doscientos estudiantes de Ciencias Políticas que aún no habían nacido cuando el veterano político gastaba peluca. A las puertas de la facultad, pitillo en mano, se paró en seco: «¿Todavía se puede fumar aquí?», preguntó.
07 mar 2001 . Actualizado a las 06:00 h.Con corbata roja y cigarro en mano llegó Santiago Carrillo al campus universitario, flanqueado por el diputado de Esquerda de Galicia, Anxo Guerreiro, y otros camaradas mucho menos trajeados. Entre los estudiantes, comentarios alagadores sobre su aspecto físico: «Sigue igual desde los años 80», decía un joven que debió nacer con el tejerazo. Precisamente la memoria del 23-F fue uno de los primeros temas de actualidad que abordó: «¿Han visto los reportajes del golpe de estado que emitió Televisión Española? Quieren hacernos creer que fue una pequeña sublevación militar, cuando todo el mundo sabe que al Rey le costó toda la tarde negociar con todos los altos mandos del Ejército». Quería decir Carrillo que la sociedad viene padeciendo una corriente revisionista de la Historia que trata de justificar y olvidar los fascismos y, por otra parte, machacar y enterrar los ideales comunistas. En esta «manipulación», según dijo, están colaborando el Gobierno del PP y los medios de comunicación afines a este partido. El fascismo El ex-secretario general del PCE considera «una inmoralidad y una injusticia» intentar equiparar el comunismo con el fascismo, toda vez que el movimiento socialista y obrero colaboró de forma activa en el derrocamiento del todopoderoso ejército alemán y torpedeó el franquismo con vehemencia. Carrillo recordó que el comunismo ha sido el movimiento humano que ha alcanzado mayor desarrollo en el siglo XX, con un influjo social que supera al de las grandes religiones, ya que, a diferencia de éstas, «penetró en todas las culturas. Sus ideas llegaron a todos los continentes y centenares de millones de personas se movieron bajo su bandera», concluyó.