Batea en tierra: la propuesta para modernizar la Praza do Mar, con una gran estructura acristalada
SANXENXO
Batea en tierra es la propuesta ganadora del concurso de ideas para modernizar la Praza do Mar, en el puerto de Sanxenxo. El premio, de 30.000 euros más la redacción del proyecto lo ganó Ignacio García Pedrosa. Su ejecución supondrá un cambio radical en el aspecto de puerto.
El proyecto prevé la construcción en la propia plaza de un extenso umbráculo. Se trata de un recinto techado, muy luminoso, con paredes acristaladas y sujetado por cuatro grandes pilares. La idea es que tenga un efecto espejo que permita reflejar la ría, mientras que en el interior, ofrecerá panorámicas del litoral.
La estructura del umbráculo se asemeja a una batea en tierra, de ahí su nombre. Ocupará el 25 % de la superficie de la actual plaza y servirá para la celebración de actos culturales, deportivos, ferias y congresos. Está pensado para que sea un recinto flexible, lo que permitirá su uso en cualquier época del año y dotará a Sanxenxo de una estructura con mayor capacidad que un auditorio o un pabellón deportivo. El alcalde, Telmo Martín, confirmó que la creación de este umbráculo implicará también la desaparición del aparcamiento en la Praza do Mar, incidiendo en que este párking en superficie siempre fue una solución «provisional».
Otro punto de actuación será en las gradas que conectan a modo de escalera la Praza do Mar con Os Barcos. Con esta propuesta desaparecen para dejar paso a un suave talud ajardinado, que hace menos abrupta la conexión de la gran plaza con el casco urbano. El jardín se prolongará por parte de la propia Praza do Mar hasta los límites del umbráculo. Tendrá pasarelas de madera para facilitar el acceso de los transeúntes. Su ejecución también supondrá la retirada del acceso de coches al párking de Nauta por la Praza dos Barcos. Todo el tráfico al párking se canalizará por la actual entrada principal.
El tercer eje de actuación será en el edificio de Capitanía y locales comerciales, que serán modernizados y se les hará una unificación de volúmenes, con la mejora de su acabado exterior y la incorporación de paneles solares en el tejado.
El presupuesto de Batea en tierra asciende a cerca de once millones de euros, que Nauta confía en financiar «sin que le cueste un euros a los vecinos», por lo que se prevé pedir la ampliación de la concesión.