La meteorología redujo la cifra de visitas, pero Sanxenxo y el Camino aguantaron
02 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La inestabilidad meteorológica tuvo su impacto en el puente de mayo, pero no lo ahogó. El sector turístico de la comarca, especialmente Sanxenxo, mantuvo una cuota aceptable de visitantes, muy lejos de las cifras esperadas si hubiese lucido siempre el sol, pero con registros de casi lleno en los hoteles más grandes. En el Camino portugués, la afluencia de peregrinos también alcanzó valores bastante buenos en cuanto al número de transeúntes. El tiempo no acompañó, pero el interés entre los turistas por venir a la comarca está ahí y el sector confía en que el próximo verano este interés se traduzca en una gran afluencia de visitantes desde junio hasta septiembre.
El presidente del Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo (CETS), Francisco González, explicó ayer que todavía está pendiente de realizar el balance con cifras objetivas sobre el puente. No obstante, adelantó que la impresión general es que los establecimientos más grandes se llenaron, sobre todo porque pueden ofrecer SPA y otros servicios en caso de lluvias; mientras que los más pequeños lo tuvieron más complicado y en algunos casos se quedó muy por debajo de las expectativas. Preguntado sobre si, pese a todo, el atractivo de Sanxenxo ha resistido, González responde con un sí sin dudarlo. Ya lo hizo en Semana Santa, cuando el mal tiempo también aguó la campaña vacacional, pero se logró un 58,66 % de ocupación hotelera.
La jornada de ayer fue la última del puente para todos los gallegos -los visitantes madrileños aún tienen hoy como último día porque el 2 de mayo es festivo en su comunidad autónoma-. En Sanxenxo, la capital turística de las Rías Baixas, el paseo de Silgar parecía una autopista a media mañana, ante la gran cantidad de personas que disfrutaron de la tregua concedida por las lluvias. En este frente marítimo sanxenxino se pudieron escuchar acentos con todos los matices comarcales de Galicia, buena parte del norte de Portugal y de localidades más allá de la Canda y el Padornelo.
Las terrazas se llenaron y el ambiente festivo se dejó notar. La Praza dos Barcos se convirtió en un improvisado campo de fútbol para los más pequeños, mientras que en la ahora peatonalizada González Besada, los comensales en las terrazas lo llenaron todo. En la playa, que tuvo una espectacular bajamar durante la mañana, los más valientes se llevaron silla o toalla para tomar el sol y más de uno se atrevió a adentrase en el agua, que aún está fría a estas alturas del año.
En el paseo, Olga Freiría, vecina de Gondomar, es uno de esos muchos visitantes que acudió este festivo a la villa turística. Hacía 12 años que no venía por Sanxenxo, que le encantó: «el color del agua que es una lástima que esté tan fría», a la vez que destacaba el frente marítimo -«precioso», lo definió-. Bruno Patrone, mucho más joven, enfatizó las «vistas» de la localidad, mientras suspiraba por la llegada del verano para ir a la playa, un deseo que también anhela ver cumplido el sector turístico de toda la comarca.
Celestino Lores: «Desde el 25 de abril en el albergue estamos casi todos los días completos»
El presidente de la Asociación de Amigos do Camiño Portugués, Celestino Lores, explicó que el mal tiempo apenas se ha notado en la afluencia de peregrinos por la ruta jacobea desde la frontera lusa. En el albergue de Pontevedra, con 56 camas, «podríamos decir que desde el 25 de abril estamos casi todos los días completos», manifestó el portavoz de este colectivo. La ocupación del albergue, según indicó Lores, es como un barómetro de lo que ocurre en el conjunto del Camino. «Si aquí estamos llenos, en los hoteles de la ciudad hay el triple de peregrinos», indicó.
El éxito del Camino portugués a Santiago se debió en buena medida en este puente al importante número de personas del país vecino que aprovecharon los últimos días de abril, cuando en Portugal también se celebra la Revolución de los Claveles, para emprender la ruta a Santiago. Desde la asociación pontevedresa se auguró que, si se mantiene el ritmo ascendente de transeúntes de este mes, se batirán nuevamente todos los récords de peregrinos en la ruta lusa a fin de año.