«Nos hace ilusión la matrícula. Este curso nos perdimos muchas cosas»

Cristina Barral Diéguez
CRISTINA BARRAL PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

Seis alumnos del Sánchez Cantón que lograron la mención se preparan para la ABAU

24 jun 2020 . Actualizado a las 10:42 h.

Son los mejores expedientes de 2.º de bachillerato del IES Sánchez Cantón de Pontevedra. Seis de los siete alumnos que acabaron el curso con matrícula de honor -al tener una media igual o superior a 9 puntos- llegan a la Alameda con la mascarilla puesta a pesar del intenso calor. Son tres chicas y tres chicos. Sandra García, Silvia Meijón, Nuria Sueiro, Jorge Martínez, Sergio Maestro y Daniel Lugaresi repasan cómo ha sido un curso atípico por la pandemia del covid-19 y cuentan sus planes de futuro. A la cita falta Beatriz Ferradás, que también logró la matrícula de honor, pero que declinó participar en el reportaje.

Este curso la tercera evaluación solo servía para subir nota y en algunos centros educativos esa circunstancia disparó los 9. Cada instituto tiene un tope de matrículas y a eso se agarran estos seis estudiantes del Sánchez Cantón. «De 146 solo se dieron 7 matrículas, de ahí que sea un orgullo personal y en mi caso me hace ilusión porque son pocas», comenta Silvia. Sus compañeros piensan de forma similar, aunque alguno como Jorge admite que no contaba mucho con ella.

Más allá de lo que este reconocimiento académico supone para su currículo y en lo económico -no pagan las tasas de la ABAU y tienen la matrícula gratis en la universidad-, ellos subrayan que se premia un esfuerzo que, si cabe, este curso fue mayor al haberse tenido que adaptar, casi de un día para otro, a las clases virtuales. Coinciden en que el primer mes tras el estado de alarma se sintieron un poco «abandonados». No todos sus profesores, dicen, aprobarían si se valorara su trabajo. Aunque también destacan la implicación de otros docentes. Entre ellos destacan a Sonia Ríos, profesora de Química; José Luis Rodríguez, de Matemáticas; y Jesús Juanatey, de Filosofía. De este último subrayan que se adaptó a las nuevas tecnologías pidiendo incluso ayuda a su hija y que «sigue dando clases a quien quiera escucharlo».

El confinamiento parece ahora lejano, como largo se les está haciendo la preparación de la ABAU, el antiguo selectivo. El aislamiento lo llevaron como pudieron, sin desesperar, pero a más de uno le costó adaptarse en el ámbito académico. De un curso como 2.º de bachillerato lo que más echaron en falta fue el contacto con sus compañeros. «Nos perdimos muchas cosas. Las notas nos las dieron por mensaje, no tuvimos acto de graduación ni pudimos despedirnos de los compañeros...», enumera Nuria.

Sandra añade que se quedaron sin el viaje del Interrail con amigos y Silvia corrobora que se perdieron muchas cosas «que nos motivaban en este curso». Acabadas las clases se les está haciendo cuesta arriba la preparación de la ABAU, que harán en la Facultade de Ciencias da Educación e do Deporte los días 7, 8 y 9 de julio.Coinciden en que el selectivo se podría haber celebrado antes. «Da cierta impotencia tener que seguir estudiando cuando ya todo el mundo está de vacaciones», expone Jorge. 

Son buenos estudiantes y no deberían tener ningún problema para superar con nota la ABAU, pero Sergio matiza que «no hay que confiarse».

¿Qué quieren estudiar? Sandra tiene en mente Farmacia en Santiago. Silvia, Periodismo en la Complutense de Madrid. Nuria, Biomedicina, pero todavía no sabe si irse a Inglaterra o matricularse en Cataluña o Sevilla. Jorge tiene dos opciones, Periodismo o Filología Hispánica. Si a Silvia le tira la radio, a Jorge le atrae el periodismo deportivo. Biotecnología es la primera opción de Sergio, mientras que Daniel apuesta por Matemáticas. Al margen de los estudios, entre sus aficiones está salir con amigos, ver series y películas, el deporte o la música en el caso de Sandra y Jorge, que tocan la guitarra y el violonchelo, respectivamente.

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