«As zonas que mellor coñeces son nas que, ás veces, máis te confías»

Alfredo López Penide
López Penide POIO / LA VOZ

POIO

GUARDIA CIVIL

El patrón de la embarcación varada en Covelo lo atribuye a «un despiste»

15 dic 2020 . Actualizado a las 20:51 h.

Como en infinidad de ocasiones anteriores, padre e hijo salieron este domingo a faenar a bordo de una embarcación de artes pesca de siete metros de eslora. Pasadas las ocho de la tarde, el 112 confirmó que la lancha acababa de varar «nunhas rochas por mor da baixada da marea» en las proximidades de la playa de Covelo, en Poio, por lo que se activó un operativo de emergencias en el que intervino el Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Pontevedra, Salvamento Marítimo, Gardacostas de Galicia, seis voluntarios de Protección Civil y Policía Loal de Poio, y Urxencias Sanitarias del 061.

La tripulación de la patrullera Corvo Mariño fue la encargada de evacuar a la tripulación del pesquero hasta el puerto de Combarro. «Os mariñeiros, veciños de Poio, non sufriron dano algún, a excepción dunha lixeira hipotermia», destacaron desde la agrupación de voluntarios.

Los servicios de emergencias, paralelamente, comprobaron que la embarcación no llegó a hundirse, toda vez que «embarrancou nuns baixos de rocha». De este modo, una vez se confirmó que la tripulación ya había sido auxiliada, el personal de emergencias iniciaron las labores para evitar que esta embarcación escorase y terminase hundiéndose, unas labores que dieron su fruto cuando la lancha pudo ser trasladada, también, hasta Combarro «cunha pequena vía de auga», añadieron desde Protección Civil.

En este punto, desde el 112 reseñaron el hecho de que el barco «embarrancado cargaba uns douscentos litros de combustible pero, en ningún momento, se produciu ningún tipo de fuga».

Ya en dique seco, se pudo comprobar, según reseñó el patrón de la embarcación, que los daños eran menos importantes de lo que, en un primer momento, se creyó. De hecho, tras indicar que el más aparatoso se situaba en la popa, toda vez que, presumiblemente, fue donde se produjo el primer impacto contra los bajos rocosos de Covelo, destacó que ya estaba reparado.

El patrón, de igual modo, atribuyó el incidente a «un despiste», ya que, tal y como señaló, «as zonas que mellor coñeces son nas que, as veces, máis te confías».