Una respuesta a qué hacer con las sobras de comida navideña

La Voz PONTEVEDRA / LA VOZ

POIO

RAMON LEIRO

La cocinera Elena Argüello plasmó en la Casa Rosada una serie de recetas para sacar partida a lo quedó de las fiestas

13 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Qué hacer con la comida que sobró de las fiestas de Navidad y que se guarda en congeladores y neveras? A buen seguro que esta y otras preguntas similares se están formulando en muchos hogares de Poio y, por extensión, de Pontevedra estos días. Ayer, en una jornada abierta organizada por la concejalía de Benestar Social, la cocinera Elena Argüello ofreció en la Casa Rosada una serie de recetas en las que los ingredientes principales eran, como no podía ser de otra forma, los sobrantes de comida.

«Se aprovechan muchas cosas. En Navidad siempre se gasta el dinero y si uno es un poco cuidadoso puede ir guardando cosas en el congelador... una cabeza de lenguado, una de rape o unos langostinos...», señaló horas antes de dirigir la sesión culinario.

En cuanto a sus propuestas, apuntó que la salida más común, la que cualquiera puede tener en mente y que resulta más fácil para muchos de estos productos es hacer croquetas. «Se pueden mezclar esos langostinos con zanahoria o con la verdura que queramos y las croquetas se pueden congelar seis meses, aunque se pueden ir retirando cuando se quiera».

No cabe duda de que esta es la opción más a mano para todo aficionado a los fogones. No obstante, Elena Argüello propuso otros platos en los que, en principio, la complejidad tampoco era demasiado elevada.

Es el caso de los pasteles de verduras o, incluso, los de frutas. En este sentido, consciente de que la piña, ya sea al natural o en conserva, estuvo muy presente en Navidad en las cocinas pontevedresas, planteó elaborar un dulce, un pastel, con el que sorprender a los posibles invitados. «Mejor eso que terminar tirándola», sentenció la reconocida cocinera.

De igual modo, y dado que ya es muy habitual en los menús de muchos restaurantes el pastel de cabracho, se preguntó porqué no emular esta receta con otro tipo de pescado. En este sentido, advirtió que lo primero que uno debe hacer, antes incluso de guardar la pieza en el congelador, es limpiar a fondo la porción en cuestión. «Se puede sustituir el cabracho -también conocido como escarapote o gallineta- por cualquier pescado que nos hubiera quedado y es muy fácil de hacer», remarcó, al tiempo que apuntó que ella lo acompañaría siempre de una salsa rosa. «Y tienes una comida exquisita».