Martín Freire: «Con parte del premio me gustaría ir a un concierto de Taylor Swift»

Martín Freire González es, junto a Miguel Bouzas Rodríguez, el alumno de la comarca de Pontevedra que logró uno de los 20 premios extraordinarios de enseñanza secundaria obligatoria (ESO) al rendimiento académico concedidos por la Xunta en Galicia. Fue por su brillante etapa de la ESO, que cursó en el IES Chan do Monte de Marín, centro educativo donde continúa en primero de bachillerato. Martín tiene 16 años y estudia el bachillerato de ciencias tecnológico, con dibujo técnico, aclara. Es un buen alumno, de eso no hay duda, pero él dice que estudia «bastante». «Las ciencias se me dan bien, tanto las Matemáticas como la Física, pero para Historia o Literatura tengo que dedicarle horas». Fue su tutor quien a finales del pasado curso le animó a presentarse a los premios extraordinarios de ESO al tener más de un 9 de media. «Dije que sí porque no perdía nada por intentarlo y tampoco me jugaba nada, además me podía servir para ver cómo son los exámenes y controlar los nervios». Había descartado lograr el galardón porque, aunque los primeros exámenes le salieron muy bien, en el de Matemáticas no le dio tiempo a acabar y le dio mucha rabia. Pero el premio llegó.

Martín está contento, sabe que no va a cambiar su vida, pero es un peldaño más que supera, Insiste en que uno puede ser buen estudiante, pero quedarse a medio camino porque «los nervios siempre te pueden jugar una mala pasada». Con los 1.000 euros tiene varias ideas en mente. «Ahorraré una parte, pero me gustaría ir a algún concierto de Taylor Swift, que me gusta mucho. Acaba de sacar disco y va a haber gira en el  2023 y me gustaría poder verla en España si viene con unas amigas», relata el chico. Cuando remate la etapa del bachillerato, tiene decidido que hará una carrera universitaria. Aunque piden una nota muy exigente, le gustaría cursar el doble grado en Matemáticas y Física. De no ser posible, cualquier titulación por separado, Matemáticas o Física, estaría bien. De momento, lleva sin problemas primero de bachillerato. «No hay mucha diferencia, Filosofía es densa, y las asignaturas de ciencias son las que más cambian los contenidos, que son algo más difíciles».

Martín compagina los estudios de bachillerato con la formación musical en el conservatorio. Empezó el grado elemental en la Escuela de Música Municipal de Marín y después se pasó al profesional en el conservatorio de Pontevedra. Toca el violín y lleva en total nueve años. Aunque practicó deporte porque es algo saludable, matiza que nada puede con el violín. «Hice de todo, bádminton, esgrima, natación y hasta vela», desvela. Una de las cuestiones que más le preocupan a Martín es la situación de los jóvenes en España. Le gusta estar enterado de lo que pasa y cuando pueda votar en unas elecciones, lo hará. «Es la única manera de protestar. Los jóvenes estudian y se preparan y la situación es muy triste, con una tasa de desempleo alta. Dedicas gran parte de tu vida a estudiar o a aprender un oficio y después o no tienes trabajo o lo tienes en unas condiciones precarias. Me preocupa, pero prefiero no pensar mucho».    

---

---

---