La celebración sacramental se limitará a dos niños por misa mientras dure la alerta sanitaria
31 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Sabela Argibay Dopazo, de 8 años, hija de Marián y José Ramón, como muchos otros pequeños no pudo celebrar su primera comunión en mayo en la iglesia de Santa María del Puerto, en Marín. Por el coronavirus, su primera eucaristía finalmente será el 27 de junio.
Su madre, Marián Dopazo, explica cómo se suspendieron las preparaciones de los niños para esta fecha tan señalada para las familias católicas. «A mí este retraso, a título personal, no me supuso nada, porque no iba a hacer convite, pero es cierto que para muchos fue un golpe, porque la gente prepara la fiesta, no solo el sacramento, y está con la familia, con los amigos». Añade que «tuvieron que adelantar un dinero para la comida, comprarle ropa a los niños y los que son muy desarrollados, la mía no porque es pequeña, pero otros que son un poco altos, ya no les sirve para agosto o septiembre». «Hay padres que ha preferido dejarlo para el año y para los que iban a hacer comida en un restaurante ha sido un varapalo, tanto para ellas, como para la hostelería, que en mayo vive de esto». También hay que poner de acuerdo al fotógrafo, la floristería y multitud de pequeños detalles.
En la parroquia, la primera comunión será de dos en dos niños en la misa ordinaria o en una especial llegado el caso. «La niña va a hacer la primera comunión con mascarilla, como todos los que estamos en la iglesia». También modificó la preparación de los niños en el colegio San Narciso, donde asiste Sabela. «Esa sensación de comunidad, de familia, se rompe un poco», comenta.