De la silla de ruedas a campeón de boxeo

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

MARÍN

Ramón Leiro

Al deportista marinense le atropelló un coche con diez años y le dijeron que no podría hacer deporte

30 may 2020 . Actualizado a las 21:14 h.

Su vida fue un combate por salir adelante. Está acostumbrado a pelear fuera y dentro del ring. Con 31 años, Aarón González cree que aún no está en el momento álgido de su carrera después de haber sido dos veces campeón de España de boxeo olímpico. «Me quedan muchas experiencias por disfrutar en España y fuera», reconoce después de un día intenso de trabajo en el colegio Inmaculada, donde es profesor, y en el gimnasio Team Thunder, que puso en marcha con unos amigos para demostrar ese tan manido sí se puede. «Estoy empezando un nuevo proyecto, vengo de Sevilla y de una minigira de entrenamientos en León, con David Pérez, que me lleva la planificación y la preparación», explica González, que trabaja con el monitor leonés a distancia y con el preparador físico Cuco Rodríguez se centra en la prevención de lesiones. Es un nuevo reto para no perder el nivel alto de competición que alcanzó en el 2017 con el último campeonato de España.

Y es que la vida de Aarón González es un reto desde que tenía diez años y un accidente de tráfico le dio un giro radical a su infancia. Lo cuenta sin reparos y para que su experiencia sirva como ejemplo de superación está rodando un documental que en poco menos de un mes se empezará a montar. «Cuento mi vida, el accidente y la importante labor de mi madre en la recuperación y en todo», explica Aarón González. Aquel mayo de 1999 quedó grabado para siempre en su familia. Aarón estaba junto a un grupo de amigos esperando por el autobús escolar en Mogor cuando un coche los arrolló y el contador de su vida empezó otra vez de cero. Cuatro de sus amigos resultaron heridos, pero a él le tocó la peor parte. Le rompió las dos piernas y le provocó numerosas lesiones en todo el cuerpo. Una treintena de operaciones y una silla de ruedas fueron las consecuencias de aquel accidente.

Con diez años, su vida deportiva se truncó, frenó en seco. El conductor huyó y años más tarde fue juzgado, mientras él poco a poco empezó a recuperar la normalidad. Volvió al colegio y con el apoyo de sus amigos y sobre todo de su familia fue mejorando lentamente. Los médicos le habían prohibido hacer deporte, pero por eso sí que no estaba dispuesto a pasar. Luchó contra si mismo para recuperar aquel futbolista que era. Creyó que si quería, podía, a pesar de que el punto de partida fuese difícil. Pero lo intentó. Primero empezó entrenando a sus compañeros porque no podía jugar y poco a poco empezó a ver que podía correr gracias a la rehabilitación. Y de ahí, casi sin darse cuenta, se vio dando el salto a un ring de boxeo.

Fundó un club

El gusanillo de esta disciplina le caló tan hondo que formó un club, el Team Thunder, junto a Alberto Teijeiro, su entrenador en ese momento, y de repente empezó a comprobar como Marín se unía a una disciplina que hace años ya había tenido éxito en la localidad. «En muchos momentos, el gimnasio creció demasiado, estuvimos en un punto en el que teníamos mucha gente y poca forma de sostenerlo. Ahora estamos más coordinados y organizados», reconoce el boxeador, que en los últimos años ha viajado mucho para seguir creciendo en la disciplina. «El director del club de León me dice que me retire y me centre en entrenar, pero yo tengo una ilusión muy grande por competir, no soy un boxeador castigado y quiero llegar a un punto en el que diga ‘ya no puedo más’. Todo tiene unas etapas y ahora estoy quemando esta», subraya González.

Y es que a este boxeador le quedan muchos retos por delante. Hace poco tiempo que regresó de un viaje a Los Ángeles, en el que descubrió una forma de trabajar la disciplina, que ahora quiere aplicar en Marín. «Me gustaría hacer eventos pequeños para naturalizar el boxeo, además de dos veladas grandes al año. Allí vi una fórmula que me gustó, en la que los boxeadores llegaban, te pesaban, te ponían en una especie de tablón y los entrenadores equilibran los combates», comenta Aarón González, que se empeña en desmitificar esta disciplina, sacarle a la gente ese concepto mal entendido de que el boxeo es peligroso. «En Marín tenemos mucho apoyo del Concello y del pueblo, que se vuelca con nosotros y muchos pequeños negocios nos patrocinan», comenta Aarón, que en un repaso rápido nombre a varios deportista marinenses que llevan lejos el nombre de su localidad: «Okutu, Irene Trabazo, los taekuondistas del Mat’s o el Peixe demuestran que Marín vale mucho»

En la pelea por normalizar esta disciplina se encuentra ahora este profesor de primaria del colegio Inmaculada. Por la mañana da clase y por la tarde, boxea. No llega a casa hasta las diez de la noche. Tanto sacrificio le vale cada vez más la pena.

Personal

Aarón González nación en Mogor (Marín) el 4 de julio de 1988. Compagina su trabajo como profesor de primaria en el colegio Inmaculada con el deporte de élite y los entrenamientos en el Team Thunder. Empezó con 17 años a practicar este deporte.

Historial en el club En el 2015 fundó junto al que era su entrenador el equipo Team Thunder. Hoy cuenta con un centenar de deportistas.