«Las agresiones a sanitarios son un problema social, no delincuencial»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

MARÍN

RAMON LEIRO

Afirma que los centros de salud de A Parda, San Roque en Vilagarcía y Marín tienen alto riesgo de acción delictiva

11 may 2018 . Actualizado a las 05:10 h.

Hace seis meses, en octubre del 2017, se puso en marcha en España un protocolo sobre medidas de seguridad a adoptar frente a agresiones a profesionales de la salud. En ese escenario juegan un papel fundamental los llamados interlocutores policiales territoriales sanitarios. El oficial Enrique Espiño Nodar (A Coruña, 1954), jefe en funciones de la unidad de seguridad privada de Pontevedra, es uno de ellos. Su ámbito comprende los municipios de Pontevedra, Marín y Vilagarcía. Este jueves fue uno de los ponentes que participaron en unas jornadas informativas que tuvieron lugar en el Colegio Oficial de Médicos de Pontevedra.

-Tienen un nombre largo. ¿Cuál es su misión como interlocutores policiales territoriales sanitarios?

-La misión tiene una doble vertiente. Por un lado actuamos como punto de contacto permanente con los representantes de los centros médicos, colegios profesionales y autoridades territoriales competentes. Y por otro lado asumimos la coordinación, cooperación, desarrollo y ejecución de las actuaciones relacionadas con las agresiones a profesionales de la salud.

-¿Qué trabajo se hizo desde el mes de octubre?

-Hubo una visita presencial a todos los centros y se elaboró un catálogo de centros sanitarios públicos y privados. Son veinte en total, doce en Pontevedra, tres en Marín y cinco en Vilagarcía. Se comprobaron las medidas de seguridad de cada uno ellos, si disponían de servicio de vigilantes de seguridad y si prestaban atención médica permanente o no y número de agresiones sufridas. En base a estos parámetros se realizó una valoración de riesgos de acción delictiva: alto, medio y bajo. Hay tres con nivel alto y el resto, medio.

-¿Qué determina el riesgo alto y cuáles son esos centros?

-El riesgo alto es cuando prestan el servicio de atención al ciudadano las 24 horas y no tienen ningún servicio de vigilancia. Hay tres. En Pontevedra, el centro de salud de A Parda, el de San Roque en Vilagarcía y el nuevo centro de salud de Marín. San Roque y A Parda tuvieron en su día servicio de vigilancia, en el motivo por el que ahora no lo tienen ya no entramos.

-¿Qué ofrece el interlocutor?

-Todos los colectivos se pueden dirigir a nosotros para canalizar la información y pasársela a las unidades operativas nuestras, básicamente seguridad ciudadana y policía judicial.

-¿Cuántas agresiones hubo?

-Hasta ahora el Sergas no nos ha dado datos. Fueron unas veinte, amenazas el 56 %, insultos el 32 % y lesiones, el 12 %.

-Montecelo es el centro más grande y con más agresiones. ¿Cómo actúan ahí?

-En Montecelo hubo 14 agresiones. Siempre hay un vehículo nuestro en las cercanías para ante cualquier incidencia poder acudir en menos de cinco minutos.

-Los profesionales de Montecelo piden más seguridad privada en el hospital. ¿Lo comparte?

-Entiendo que sí. Es un tema de inversión. Considero que en cada turno debería haber dos vigilantes de seguridad, y en Urgencias uno permanentemente. También debería haber una instalación de circuito cerrado de televisión en zonas comunes, llámese pasillos y salas de espera, siempre respetando lo que marca la ley de protección de datos. En Quirónsalud sí las hay. Eso es muy disuasorio.

-¿Qué papel juega la educación en las agresiones?

-Es un tema social, no un problema delincuencial. Para esa persona en ese momento lo más importante es la salud y por unos motivos en los que no puedo entrar, pero que son obvios, retrasos, recortes y demás, surge un problema que para él es el más importante. Aunque a la agresión física se llega pocas veces.