Los bichos acaparan los entierros festivos de la comarca

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

MARÍN

CAPOTILLO

Galos y Sardiñas son los animales más comunes en unas citas que mezclan mascotas modernas con las más tradicionales

04 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El carnaval es un tiempo de máscaras, disfraces, murgas e ironía y también de bichos. En las celebraciones de entroido se exhibe toda una amplia variedad de fauna, desde los más tradicionales como la Sardiña de Marín o el Ravachol de Pontevedra, hasta aquellos que, de relativa reciente creación, como el Paxaro de Mal Agoiro de Bueu, han calado en el público como si hubiesen estado ahí desde toda la vida. Y aún existe una tercera categoría, cuyo ejemplo máximo es Vilaboa, donde un señuelo ha sustituido al empleo de un gallo para los juegos del martes de entroido en Riomaior. Quedan, por último, algunas celebraciones para el recuerdo, que no se celebran en décadas y que difícilmente volverán, como es el caso de las carreras a caballo para llevarse el gallo que colgaba de unas cuerdas en Cadrelo, en la parroquia marinense de San Tomé.

La Sardiña es la mascota más arraigada en las localidades costeras. Enterros da Sardiña los hubo en todos los municipios, pero los vaivenes históricos hicieron que solo se conserve con una relativa pureza y siguiendo una estudiada y satírica liturgia en los eventos del miércoles de Ceniza en Marín. Con una letanía heredada generación a generación y desplegando todos los elementos propios de un sepelio, ha superado el paso del tiempo, aunque el número de participantes ha bajado considerablemente a lo que era hace treinta años.

Otra localidad donde la Sardiña es el emblema es Portonovo, la otra gran villa histórica de marineros de la comarca. Sin embargo, la Sardiña no se queda solo en el litoral. Es el bicho que se pase por las calles de Caldas y que se quemó también en miércoles de Ceniza.

Pontevedra es la localidad más veterana en esto de reinventar su entroido. La inclusión del sepelio del loro Ravachol en su programación festiva data de 1913, tanto tiempo ha transcurrido que nadie se acuerda de cómo se hacía antes del fatídico óbito del loro más famoso de Galicia.

Poio es el municipio de la comarca con mayor despliegue de bicherío. Por un lado está el Galo Fodorico, con cuya quema en la praza de Arís, en San Xoán, está previsto el cierre del entroido del concello. Ahora bien, si les va la fiesta tienen donde elegir: en Samieira, otro galo, en esta ocasión, Bruxo; en Combarro, el Mexillón; y en San Salvador, el Berberecho. El elenco incluye también un bicho de cuatro patas, la cabra o cabuxa que saldrá el próximo viernes por las calles de Vilalonga, en Sanxenxo.

Por último, otro entroido multitudinario, aunque no sea exactamente un bicho sino un personaje, es el Enterro do Chapante, mañana en Cuntis.