La Prehistoria gana peso como reclamo turístico y cultural

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

MARÍN

Colectivos sociales, comuneros y concellos impulsan propuestas para poner en valor el pasado más remoto de la comarca

09 nov 2016 . Actualizado a las 17:01 h.

El patrimonio cultural de la comarca es un filón para el turismo. Lo demuestran los miles de visitantes que reciben la zona monumental de Pontevedra o el centro histórico de Combarro cada día del verano. Habitadas desde la más remota Antigüedad, las Rías Baixas ofrecen una serie de yacimientos de todas las épocas, entre los que la Prehistoria está bien representada. Este período es precisamente objeto de una revalorización a efectos de atractivo turístico y cultural en los últimos años. Las iniciativas institucionales y de asociaciones vecinales y particulares se multiplican y aunque todavía queda mucho por preservar y explotar, el potencial para los visitantes es irrebatible.

Las Rías Baixas tienen en los petroglifos una de las principales señas de identidad de la cultura gallega. Estos grabados rupestres, varias veces milenarios, son únicos en el mundo. Sus diseños son especiales y se han convertido en un icono de Galicia. Más allá de los diseños de laberintos y círculos en las camisetas, hay una gran variedad artística plasmada en piedra por los primeros gallegos. Si lo quieren comprobar es fácil. Una referencia inexcusable es el centro de interpretación y parque arqueológico de Campo Lameiro. Allí está la mayor concentración de petroglifos y algunos ejemplos de notable calidad artística y simbólica. Toda la comarca está literalmente cubierta con ellos. Las estaciones rupestres son abundantes en todo el valle del Lérez, en Marín y en Poio.

Los dólmenes, mámoas en gallego, son también numerosos. Son tantos que apenas hay una media docena excavados y en condiciones de ser visitables. Destacan la Mámoa do Rei, en Castiñeiras, y en el monte Gagán, al lado, Chan d’Aquiña, en Moaña.

Los castros y otros yacimientos abundan. Si se pueden acercar hasta la playa de A Lanzada, justo a pocos metros de la ermita, podrán todavía tener el privilegio de observar una excavación arqueológica en directo. La campaña de este año, impulsada por la Diputación, ha sido rica en hallazgos, entre estos varias tumbas.

Entre las iniciativas privadas se encuentran dos principales. La comunidad de montes de Salcedo impulsará una reconstrucción modelo de un poblado neolítico; mientras que varios colectivos vecinales llevan años luchando por el espacio de Sete Camiños, con numerosos petroglifos dispersos por el monte.