Mar busca la fórmula más rápida para poder ejecutar el dragado del Lérez

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

BUEU

MÓNICA FERREIRÓS

La modificación del punto de vertido implicaría una nueva evaluación ambiental

07 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La Consellería do Mar ha accedido a la petición de la mitad del sector pesquero de la ría de llevar el vertido de áridos fuera de la costa y ahora está estudiando cómo poder acortar los plazos al máximo. El objetivo es que no se siga dilatando una obra que lleva paralizada dos años por la falta de consenso en el sector pesquero. Ahora, la Xunta ha aceptado que en vez de hacer el depósito de los áridos al oeste de Tambo como tenía previsto en el proyecto original, se lleve al menos a una distancia de veinte millas del litoral. Esta decisión la llevaban pidiendo los pósitos de Bueu, Sanxenxo, Portonovo y Marín desde que se hizo público el proyecto, porque temen que la proliferación de partículas en suspensión si el dragado se hiciese en Tambo provocase daños irreparables en la pesca y la navaja en la ría. La decisión de llevar los áridos del dragado fuera de la costa, que varios pósitos ya pidieron hace dos años, ha recibido el aplauso unánime del sector, pero tiene también sus consecuencias prácticas.

La primera es que hay que hacer una modificación del proyecto del dragado del Lérez y, en este sentido, también tiene que tenerse en cuenta la opinión de otras Administraciones aparte de la autonómica. Desde la Consellería do Mar apuntaron: «Non podemos aventurarnos a dar prazos pois trátase dun asunto que non depende exclusivamente da Xunta». Es decir, habrá que recabar informes sectoriales que, aunque sean positivos como todo hace prever por los antecedentes de otros vertidos anteriores en esos ámbitos, aún así ocupan su tiempo de tramitación.

La vía más corta

La Consellería do Mar precisó: «O cambio do punto de vertido implica un cambio no proxecto». Esta medida supone que «é preciso facer unha nova avaliación de impacto ambiental». Y aunque Mar no lo especifica en su respuesta, su obtención supondría varios meses de tramitación adicional. La decisión de cambiar el lugar donde se depositarán los áridos del Lérez fuera de la ría, no traerá como consecuencia que la obra se pueda licitar ya.

No obstante, la Xunta está intentando explorar alguna vía intermedia. La solución pasaría por «verificar en puntos situados fóra da ría e xa autorizados en ocasións anteriores», que es también la propuesta de algunos pósitos. Se supone que no habrá problemas de otras Administraciones ambientales y estatales si se echan los áridos en lugares donde en tiempos relativamente recientes se ha hecho lo mismo sin que se presentasen objeciones. En ese caso, se acortarían los plazos. La Xunta admite que esta vía, en caso de tener éxito, «axilizaría a tramitación». Lo que ya no se atreve a decir Mar es cuánto.

Por su parte, las cofradías del fondo de la ría -Raxó, Pontevedra y Lourizán- insisten en que se haga de una vez, porque está en juego la supervivencia del sector del marisqueo a flote.