Exigen la exclusión definitiva de Tambo para los lodos del dragado

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

BUEU

Oscar Vázquez

Los cofradías recelan de cualquier depósito de fangos del Lérez al oeste de la isla

14 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La posibilidad de un dragado del Lérez en dos fases, una prioritaria entre As Correntes y A Barca mientras el resto espera a un consenso del sector pesquero, ha sorprendido a las cofradías de la ría y causado indignación en las del fondo, que llevan años esperando la obra. La propuesta que está estudiando la Xunta para salvar el bloqueo en que se encuentra este proyecto ambiental no entusiasma a ninguno de los pósitos. Más bien todo lo contrario.

Todas las cofradías exponen sus dudas sobre la conveniencia de esta actuación, sobre todo Bueu y Portonovo que, en defensa del sector de los navalleiros, reclaman que se excluya Tambo como punto de depósito de los lodos del dragado, sean de la primera o de la segunda hipotética fase en las que se está sopesando dividir la obra. Desde la lonja de Campelo la nueva planificación también encuentra recelo porque creen que de esta forma Portos está dilatando sine die la actuación en los bancos marisqueros y el canal. Desde su punto de vista, la Xunta se excusa en la necesidad de un consenso en el sector que actualmente no solo es improbable sino que todos entienden que es imposible.

La patrona mayor de Lourizán y presidenta de la lonja de Campelo, María del Carmen Vázquez, se mostró muy enfadada con la posibilidad de que el dragado de los bancos marisqueros quede en un segundo plano, mientras que la Xunta apueste por actuar en la zona más urbana del río. Recalca que el problema de las alegaciones, con el que la Xunta justificaría la división en fases del proyecto, está en que varias cofradías no quieren que se echen los lodos del dragado en Tambo. Sin embargo, añadió que los fangos de esa primera fase también se tendrán que echar en alguna parte y Vázquez se pregunta dónde lo harán. «En los bancos marisqueros lo que se iba a quitar es arena para regenerar otros bancos. Los lodos que más preocupaban están en la parte de arriba del río, donde dicen que quieren actuar primero. Yo me pregunto: ¿dónde van a echar esos lodos?».

Para la portavoz de la lonja de Campelo, que agrupa a Lourizán, Pontevedra y Raxó, si la Xunta modifica el punto de vertido para esta primera fase, también lo puede hacer para la totalidad del proyecto. De esta forma, se podría hacer ya todo de una sola vez. Y si se mantiene el verter la extracción de lodos de la primera fase en Tambo, se estaría haciendo precisamente lo que provoca el freno del plan ambiental y a lo que se oponen las cofradías como Bueu, Marín y Portonovo.

Es más, para Vázquez, la Xunta debería tener como prioridad los bancos marisqueros, de los que viven cientos de familias. Exigió que Portos asuma de una vez sus competencias y resuelva las alegaciones con informes técnicos.

Por su parte, el patrón mayor de Portonovo, José Antonio Gómez Castro, insistió en que a su pósito le da igual que se haga la obra en una o dos fases. Lo que no quieren es el depósito de áridos en Tambo por el impacto previsible en el marisco y la pesca de la ría. «El único rechazo es al punto de vertido en Tambo; ese es el único y exclusivo motivo de nuestra oposición», sentenció.

Los pósitos insisten en que se lleven los áridos de mala calidad por fuera de Sálvora

Todas las cofradías de la ría están de acuerdo en que la mejor fórmula para depositar los áridos de peor calidad que se extraigan del futuro dragado del Lérez y de su canal deberían echarse fuera de la ría de Pontevedra. De hecho, todos consideran que el lugar idóneo es una fosa situada por fuera de Sálvora. Sin embargo, la solución que adoptaron los técnicos de Portos fue distinta. Optaron por hacerlo al oeste de Tambo. La propuesta inicial de la Xunta solo veía bondades en esta iniciativa, que además es más barata que llevar los lodos tan lejos de la costa.

El informe de impacto ambiental incidía en que el ámbito al oeste de Tambo está en muy malas condiciones. Los áridos de mejor calidad del dragado se emplearían en regenerar el banco marisquero de Campelo, mientras que aquellos que reúnen condiciones no tan favorables, en opinión de los técnicos, deberían echarse al oeste de Tambo porque aunque su calidad no fuese óptima, siempre sería mejor que lo que hay actualmente. Con el tiempo, se regeneraría este entorno, según el sedimento nuevo se fuese consolidando.

Los pósitos de Portonovo y Bueu, a petición de sus navalleiros, se oponen a esta idea porque temen que una proliferación de partículas en suspensión en el agua mate el marisco y no se fían para nada de la ecodraga que, según la Xunta, se ocuparía de depositar estos áridos directamente en el fondo marino. Las garantías que Portos dio a estas cofradías no les convencen y el clima de desconfianza también se ha ido extendiendo a las demás, que no entienden por qué tanto retraso si el proyecto es inocuo.