Al cuidado de la salud mental en prisión

Carolina Sertal PONTEVEDRA / LA VOZ

A LAMA

Lenda Saúde Mental

La asociación Lenda lleva 11 años trabajando en el centro penitenciario de A Lama, donde este año atendió a 65 internos con enfermedad mental

12 dic 2020 . Actualizado a las 20:09 h.

«Creo que esta actividad mejora la convivencia». «Tenemos menos ansiedad». «Nos ayuda a compartir experiencias con nuestros compañeros». «Podemos aprender y escuchar a otros, ver que no eres el único que está pasando por algo así». «Ayuda a no sentirte extraño contigo mismo».

Son los testimonios de diferentes internos del centro penitenciario de A Lama, unas valoraciones que fueron recogidas la semana pasada por las profesionales de la Asociación Lenda de Saúde Mental, entidad que lleva más de una década velando por la salud mental en la prisión pontevedresa y desarrollando diferentes actividades en el centro.

Fue en el 2009 cuando la familia de un recluso interno en Pereiro de Aguiar se puso en contacto con esta asociación para ver la posibilidad de que realizara un seguimiento de su caso, puesto que había sido diagnosticado de una enfermedad mental, dándose la casualidad de que ese mismo año se puso en marcha el Programa de Atención Integral a Enfermos Mentales (Paiem) de obligado cumplimiento en todos los centros penitenciarios del país.

A raíz de estas circunstancias, dio comienzo una estrecha colaboración entre Lenda y la prisión de A Lama, siendo las primeras intervenciones de la asociación a través de comunicaciones en los locutorios para pasar posteriormente a llevar a cabo dinámicas grupales dentro de las instalaciones del centro de penitenciario.

«Ao principio comezamos traballando cun grupo reducido de dez internos, pero esta cifra foi aumentando a medida que pasaron os anos e, a día de hoxe, a media coa que traballamos sitúase entre os 60 ou 70. En concreto, este 2020 fixemos intervencións con 65», explica la psicóloga de Lenda, Maica Álvarez.

Trabajar con los internos

Junto con la educadora de la entidad, Pilar Pérez, y gracias a la financiación de Barrié, Álvarez es la persona responsable de llevar a cabo con los reclusos actividades que promueven hábitos de vida saludables relacionados con la mente y las emociones, talleres para recuperar o mantener las funciones cognitivas, sesiones de psicoeducación grupales, pero también a nivel individual.

Por otra parte, este año pusieron en marcha una dinámica de control de impulsos que se ejecutó con dos grupos diferentes. Asimismo, antes de la pandemia del covid, realizaban con este tipo de internos salidas terapéuticas, en las que hacían senderismo en las proximidades del centro penitenciario o por las sedes de diferentes entidades vinculadas con la salud mental, dándoles a conocer los recursos disponibles de cara a su salida de prisión.

«Case todos os internos cos que traballamos están diagnosticados dunha enfermidade de tipo psicótico, pero tamén atopamos casos de depresión, trastorno bipolar ou persoas con trastorno de personalidade», indica la psicóloga de Lenda. Maica Álvarez también destaca que «máis dun 90 % dos internos con enfermidade mental en prisión teñen algún problema de adicción».

Con la puesta en marcha del programa Paiem, esta profesional comenta que desde el centro penitenciario de A Lama «fíxose unha forte aposta polo mesmo», aunque también reconoce que siguen existiendo carencias. Álvarez señala que «sería bo que houbesen máis horas de consulta coa psiquiatra e, por outra banda, botamos en falta un paso intermedio á hora de que se produza a saída de prisión destas persoas. O ideal é que existiran uns recursos residenciais intermedios antes de completar a súa reinserción na sociedade».