La residencia de mayores más famosa de Galicia busca otro milagro navideño: «Niños, Papá Noel quiere que vengáis a vernos»

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Algunos mayores de la residencia pública de Pontevedra, con el buzón enorme que instalaron en el centro.
Algunos mayores de la residencia pública de Pontevedra, con el buzón enorme que instalaron en el centro. RAMON LEIRO

Tras pedir que les enviasen felicitaciones para combatir la soledad, el centro de Pontevedra coloca un buzón gigante para que los niños lleven sus cartas para los Reyes Magos

16 dic 2023 . Actualizado a las 19:32 h.

A Juanjo López, el director de la única residencia de mayores pública de Pontevedra que se hizo famosa en toda España el año pasado al lanzar una durísima carta en la que denunciaba la soledad a la que se condena a los mayores, su famoso «habéis dejado de querernos», acaba de pasarle algo increíble. Tras la Navidad del año pasado, en la que pidió que se le enviasen cartas a los usuarios del centro para combatir la tristeza que les invade en estas fechas por no tener a sus familias cercas y les acabaron llegando miles de misivas de todo el mundo, ahora resulta que le telefoneó el mismísimo Papá Noel. ¿Qué le dijo? «Pues me dijo lo que yo ya imaginaba, que él es un señor muy mayor, y que le gustan los niños que visitan a los abuelos». Tras esa llamada, Juanjo López puso la mente a trabajar y ahora la residencia ya está en busca de su segundo milagro navideño: quieren que los niños les visiten. 

En la residencia de Pontevedra son muy conscientes de la importancia que tuvo la iniciativa del año pasado, ya que los mayores estuvieron buena parte del año abriendo las miles de cartas que les enviaron. Pero consideran que este año hay que dar un paso más y atacar a una de las cosas que más dolor les genera a los mayores: que los niños, que sus nietos, no vayan a verlos. Así que la idea es llenar la residencia de pequeños, sean o no nietos de alguien. ¿Cómo hacerlo? Se les ocurrió colocar un buzón gigantesco en el vestíbulo, de tres metros de alto, para que los niños acudan a la residencia, depositen allí sus cartas, primero las de Papá Noel y luego las de los Reyes Magos, y de paso les hagan visitas a los mayores. «A los que tienen nietos les encantaría que los vinieran a ver. En algunos casos eso es posible y en otros no. Pero a todos, a los que son abuelos y a los que no, les gusta que vengan niños aunque no sean sus familiares, se lo pasan en grande viendo corretear a los chiquillos por aquí y hablando con ellos. Es una alegría inmensa, nos da la vida». Luego, le habla directamente a los críos: «Niños, Papá Noel quiere que vengáis a vernos».

La iniciativa ya ha empezado a rodar y este viernes un colegio solicitó que los niños pudiesen ir a pasar parte de la mañana con los mayores. Así que algunos de los rapaces ya llevaron sus correspondientes cartas para estrenar el buzón que tiene la residencia. Otros quedaron en volver más adelante con ellas. Unos y otros compartieron charla y risa con los usuarios del centro y hasta acabaron regalándole gorros de Papá Noel a los mayores, que estuvieron cantados en mimetizarse con el gran señor de Laponia. 

La meta del director de la residencia no es alcanzar a miles de personas como el año pasado con las cartas, pero sí volver a despertar conciencias y poner otra pica en Flandes para intentar que la sociedad y los mayores que están en residencias tengan cada vez más puntos de confluencia. «No queremos estar aislados», reivindica. Además, en el caso de Pontevedra, ayuda el hecho de que la residencia no esté en un lugar apartado, sino en plena ciudad, en el barrio de Campolongo, por lo que resulta fácil que los niños y sus padres puedan acercarse a hacer una visita. 

Esta Navidad, pese a toda la pedagogía hecha el año pasado, en la residencia pública de Pontevedra, y seguramente en las de casi todos lados, se volverá a repetir la misma situación de la Navidad: apenas habrá mayores que se marchen con sus familias en los días más señalados, como Nochebuena o Fin de Año. Algunos es porque ellos no quieren y otros porque no tienen la oportunidad de hacerlo. En el caso pontevedrés, entre 12 y 15 usuarios tienen previsto pasar las fechas navideñas con sus familiares. Los demás (son un total de 96 personas las que viven allí) celebrarán la Navidad en la residencia, donde intentarán que la música, el baile y los turrones les sacudan la tristeza y melancolía que siempre suele atacar duro durante estas fechas.