El macro laboratorio de droga desmantelado acredita la evolución de los narcos y nos muestra que la Galicia rural está también en el punto de mira de las mafias
26 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El concello de Cerdedo-Cotobade es, como consecuencia de la fusión de los dos municipios precedentes realizada en 2016, uno de los ayuntamientos de mayor superficie territorial de la provincia (214 kilómetros cuadrados) y, por ende, de Galicia. Razón por la que, aunque solo sea por mera probabilidad estadística, hay una mayor ocurrencia de sucesos llamativos como los que últimamente han sacudido a este tranquilo concello de apenas 6.000 habitantes. Hechos tan dramáticos como el accidente del autobús que cayó al Lérez en Nochebuena con 7 víctimas mortales; o tan inesperados como el hallazgo del que podría ser el mayor laboratorio de procesado de cocaína desmantelado en Europa hasta el momento, tras la espectacular redada policial de esta semana.
Estos sucesos han puesto en el foco nacional al municipio que gobierna Jorge Cubela quien, a buen seguro, habría deseado que fueran otros los motivos informativos que «pusieran en el mapa» a Cerdedo-Cotobade. Desde luego cualquier otro en lugar del trágico siniestro de tráfico ocurrido en el puente de Pedre el pasado 24 de diciembre. Y solo tres meses después, esta llamativa operación policial por tierra y aire que ha desvelado el macro laboratorio habilitado por los narcos en una de las contadas viviendas de la aldea de A Longa de Abaixo, en la parroquia de San Xurxo de Sacos. Se trata de una parroquia hasta ahora más reconocible por la Carballeira de San Xusto, santo y seña del principio de cada curso político para el PP, además de haber sido motivo, en la década de los 90, de un singular pleito judicial entre la Iglesia católica y vecinos por la titularidad del paraje que había sido ilegalmente registrada por el cura párroco de entonces, a espaldas de la veciñanza.
¿Ti de quen vés sendo?
El de A Longa de Abaixo no es el primero de los laboratorios instalados en municipios del rural gallego que pretendían escapar de la atención de las fuerzas de seguridad. Solo repasando noticias de los dos últimos años hallamos varios precedentes. Destaca especialmente la instalación desmantelada en la Operación Aceifa, en una vivienda de Mosteiro-Meis, en junio de 2021. Todo el inmueble estaba dedicado al tratamiento y almacenamiento de estupefacientes. En la operación policial se incautaron más de 100 kilos de diversas drogas. ¡Hasta en el horno de la cocina se guardaban cocaína y heroína! Un caso que derivó en la detención y procesamiento de un vecino de Mosteiro y de su madre quienes, por cierto, están siendo juzgados en este mes en la Audiencia Provincial. A ambos se les considera responsables del almacén y se les pide una condena de 9 años de prisión y una multa de un millón de euros.
No obstante, a pesar de ese y otros precedentes, la instalación que acaba de desmantelar la Policía Nacional en Cotobade marca un antes y después pues supone un salto, tanto cuantitativo como cualitativo, de las mafias del narcotráfico. Se trata de una instalación que, según fuentes policiales, tanto por su tamaño como por capacidad de procesado de cientos de kilos de cocaína, imita en el rural gallego, las plantas de producción de cocaína que los carteles sudamericanos montan y ocultan en zonas selváticas.
Aunque, afortunadamente para nosotros, la Galicia rural dista mucho de la selva amazónica y, a pesar del vaciado poblacional, aquí aún quedan vecinos y funciona la curiosidad que se representa en la icónica pregunta: «e logo… ¿ti de quen vés sendo?».
De esta operación policial aún no sabemos muchos detalles. Entre otros, como dio la Policía Nacional con lo que tenían montado los narcos en esa vivienda apartada de A Longa de Abaixo. Desde luego me cuesta creer que la presencia de mexicanos, colombianos y otras personas foráneas, junto con el trasiego de vehículos y mercancía que se generaba entorno a esa instalación, sin disimulo alguno, pasase desapercibido para el vecindario de la zona. Máxime si el comentario vecinal más extendido era que esos extraños eran unos «túzaros» como nos contaba María Hermida en estas mismas páginas.
El crimen va por delante
La concurrencia de diversos hallazgos como el nuevo narcosubmarino varado frente a Vilaxoán; las planeadoras abandonadas en el Barbanza y en Muxía y, sobre todo, el descubrimiento de este macro laboratorio camuflado en esa aldea de Cerdedo-Cotobade, evidencian la tremenda capacidad de evolución de los delincuentes y la absoluta ausencia de límites en sus propósitos. El criminal siempre ha ido por delante de la policía. Es una evidencia que vuelve a ratificarse.
Suscribo plenamente la alerta lanzada en los últimos días por la Fundación Galega contra el Narcotráfico (FGCN) que, a raíz de este ciclo de hechos, avisa del cambio de estrategia tanto de las bandas locales como, sobre todo, de las mafias americanas. Galicia, en especial, las Rías Baixas, ya no son solo lugar de tránsito y desembarco, sino que también van camino de convertirse en espacio donde ubicar plantas de producción de drogas, replicando los modelos que usan los carteles de narcos colombianos y mexicanos.
Como reclama la citada Fundación, urge que las autoridades reaccionen cuanto antes dotando a las fuerzas y cuerpos de seguridad con más medios humanos, materiales e incluso jurídicos para frenar esa invasión.