La escalada covid parece no tener fin en los centros educativos del área sanitaria. En escuelas infantiles, colegios e institutos de Pontevedra y O Salnés había, según el informe de ayer, 520 positivos (60 más que el viernes) y 20 aulas cerradas (tres más). Se mantiene una escuela clausurada, la unitaria de Forcarei.
Aunque el repunte de casos se vincula directamente con las vacaciones de Navidad, el goteo no para y se empieza a relacionar también con una relajación en el cumplimiento de las normas de prevención. Centros como el IES de Vilalonga, en Sanxenxo, lo han constatado y se han puesto manos a la obra, como se dice coloquialmente. ¿Qué han hecho?
De entrada un consello escolar donde la dirección dio cuenta de ese «relaxamento» en el alumnado en el cumplimiento de las normas, en concreto, en el uso de la mascarilla, la distancia de seguridad y los circuitos de entrada y salida. Hubo una petición expresa a las familias para que hablaran con sus hijos. El director del instituto, Rafael Arines, confirmó ayer que está en marcha una campaña exhaustiva de vigilancia y aplicación, de ser preciso, de las medidas correctoras. «Despois do Nadal notamos certa relaxación e tamén inflúe o mal tempo. Non se respectan os fluxos de circulación nos corredores e nas entradas e saídas, non se manteñen as distancias no exterior do centro, e as veces se sobrepasan os aforos nos baños. Non é algo escandaloso, pero consideramos necesario reforzar as gardas de profesores», explica. El equipo directivo cree que no es que los estudiantes no estén concienciados, sino que lo achaca a cierto cansancio después de tanto tiempo.
La ANPA A Salgueira apoya la decisión del IES. «Non nos puidemos xuntar, pero si pedimos ás familias polas redes que falen cos rapaces. Hai temor a que os contaxios do Cruceiro se trasladen ao instituto», comentó su presidenta, Sandra Fernández. En el CEIP Cruceiro hay 29 casos.