Cuando el puesto de trabajo te lo juegas en un sorteo

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Óscar Vázquez

93 aspirantes a 20 plazas de mariscador igualan su nota y Mar realiza una selección telemática para desempatar

18 jun 2020 . Actualizado a las 19:55 h.

La fortuna decidió este jueves por la mañana quiénes serán las veinte personas que se incorporarán a la agrupación de marisqueo a pie de la cofradía de Pontevedra este año. La convocatoria se abrió el pasado otoño y suscitó el interés de más de cien aspirantes. De este total y tras examinar los factores evaluables, 93 quedaron empatados, pero había un problema. Solo se ofertaban 20 plazas. Así estaban las cosas cuando llegó la pandemia del covid-19 y se tuvo que suspender el procedimiento aguardando tiempos mejores. Ese día fue este jueves, aunque por primera vez los aspirantes no pudieron hacer acto presencial en el sorteo donde se iba a decidir su futuro en el sector marisquero.

No es plan juntar a tanta gente en estos tiempos que corren y la Consellería do Mar innovó con el sorteo digital. Cada aspirante recibió un mensaje con su clave de acceso y así pudo seguir en directo lo que ocurría en la Delegación Territorial de la Xunta en Vigo. La multitudinaria videoconferencia fue la única forma de poder avanzar en el desempate y asignar los carnés. La propuesta tuvo bastante buena aceptación, para ser la primera vez que se realizaba de esta forma. En circunstancias normales se habría citado a todos los aludidos a un sorteo presencial, pero la inexorable norma de la distancia social y la prudencia desaconsejaron la vía tradicional.

La puntuación que provocó tan abultado empate había tenido en cuenta si el aspirante llevaba un año en el paro, si era del mismo concello de la cofradía y sus cursos y titulaciones. Fue de esta forma que 93 empataron a 10 puntos.

Los números asignados a cada persona se guardaron en un sobre, que se abrió en la oficina, ante representantes de la Administración autonómica y del patrón mayor de Pontevedra, César Rodríguez. Pertrechados de mascarillas y pantallas de cara, los asistentes comenzaron el sorteo. Se vació el sobre y empezaron a salir los números que otorgaban una de las codiciadas plazas a los aspirantes elegidos. Todo iba bien, o eso parecía, hasta que empezó a ser evidente de que faltaban números. Se habían quedado algunos en una solapa del sobre y el patrón mayor indicó que hubo que anular la primera tanda de resultados.

Finalmente esa segunda ronda concluyó sin mayores incidencias. Ahora, el siguiente paso será la publicación oficial de la lista de afortunados, que podrán formalizar sus carnés y estrenarse en las playas del fondo de la ría de Pontevedra la próxima vez que los mariscadores bajen a los arenales con sus cubos y sus rastrillos.

La marea roja no deja trabajar desde el 1 de junio

Las mariscadoras de a pie del fondo de la ría de Pontevedra no han podido volver a las playas desde unos días antes de la declaración del estado de alarma el pasado marzo. Las cofradías desistieron de la actividad extractiva de marisco en las primeras semanas de la pandemia ante el cierre de la hostelería y de los canales de comercialización, que constataron una demanda cero para la almeja. El comienzo de la desescalada en España y la buena marcha de la situación sanitaria en Galicia fue poco a poco reactivando sectores pesqueros que o bien habían trabajado en mínimos o sencillamente habían cerrado.

En fase dos empezaron a salir a trabajar las embarcaciones del sector de a flote, y hace dos semanas lo tenían previsto hacer las agrupaciones de mariscadoras de a pie. Sin embargo, la marea roja, provocada por el ciclo natural del fitoplancton, impuso un cierre de los bandos de la zona cinco de la ría de Pontevedra, que se corresponden con Os Praceres, A Seca y Combarro, en la misma jornada en que los pósitos querían regresar al trabajo.

Desde entonces, 1 de junio, las cofradías están pendientes de la evolución de los niveles de toxina por marea roja en la ría pontevedresa, con la esperanza de poder retomar su actividad. En la actualidad, el marisqueo está limitado a las embarcaciones de a flote, pero el patrón mayor de San Telmo desconfía de que este sector también tenga que pararse por el mismo motivo.