El coronavirus hace esperar a la «BBC» más famosa

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

La pandemia del covid-19 pospuso o alteró bodas, bautizos y comuniones, que se harán este año con estrictos protocolos

31 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Bautizos, bodas y comuniones conforman la «BBC» más famosa entre los españoles, y marcan tres hitos en la vida de muchas personas, que se han visto también alterados como consecuencia de la pandemia del coronavirus. El estado de alarma cerró juzgados, iglesias, ayuntamientos y otros locales donde se suelen celebrar y pospuso miles de eventos en toda Galicia. Durante semanas el confinamiento de la población no dejó otra opción. Y así los días fueron pasando y las quincenas se convirtieron en más de dos meses. Había que parar el contagio del virus a toda costa, aunque las medidas fuesen severas. Nos iba la vida en ello.

El inicio de la desescalada ha permitido flexibilizar la restricciones. La fase 2, en la que nos encontramos en la provincia de Pontevedra, empieza a animar a las familias y la «BBC» regresa tímidamente a las prioridades de aquellos que tuvieron que suspender sus celebraciones por la pandemia. Tímidamente porque nada será igual. Aún tardará un tiempo en poder volver la normalidad, un período que nadie se atreve a pronosticar cuánto durará.

Las iglesias abrieron sus puertas en la diócesis compostelana primero para misas con público. Poco a poco se espera el regreso del resto de las actividades, entre ellas a lo largo del verano en muchas parroquias de la comarca empezará a haber bodas, bautizos y comuniones.

Hay que adaptarse a los nuevos tiempos que toca vivir. La mascarilla es obligatoria. Hasta en misa. A la entrada de los templos, en vez de agua bendita en las pilas, feligreses y visitantes se encuentran con el expendedor de gel hidroalcohólico para lavar las manos. En muchas iglesias, esterillas impregnadas con desinfectante a la entrada aseguran la limpieza de los zapatos. En los bancos, las plazas limitadas por señales para que cada uno sepa donde sentarse. Marcas en el suelo o en las paredes indican el itinerario que deben seguir los fieles.

Estas restricciones no se suspenden con motivo de ninguna de las celebraciones de la «BBC». Se acabaron las bodas multitudinarias y hasta el tradicional «¡qué se besen!» dedicado a los contrayentes sonará raro en esta atmósfera de distanciamiento social obligatorio. Los banquetes también limitan el aforo. Las comuniones serán de dos niños por oficio con un número limitado de invitados y en la eucaristía normal. Los bautizos nunca serán tan íntimos.

Estas circunstancias han convencido a muchos de posponer para el año la celebración de sus eventos vitales. Otros aún confían que la desescalada devuelva cierta apariencia de normalidad. El tiempo lo definirá todo.