La demanda de comida sube y el banco de alimentos no tiene ya ni leche

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Los voluntarios se ofrecen incluso a recoger víveres a domicilio para animar las donaciones y lograr alimentos básicos

06 oct 2019 . Actualizado a las 13:09 h.

El Banco de Alimentos de Pontevedra, una entidad que reparte comida a Cáritas, comedores sociales u otras oenegés, vuelve a estar en una situación peliaguda. No en vano, tal y como indica su responsable, José Luis Doval, se cuenta con cantidades aceptables de algunos víveres -como pasta o arroz-, pero apenas hay leche, algo que se considera imprescindible, sobre todo, para que los niños de cientos de familia puedan desayunar. Las cifras asustan. Cada principio de mes el banco pontevedrés, que dona tanto a entidades de la ciudad como de la comarca o incluso de O Salnés y Deza, necesita 5.000 litros de leche y, ahora mismo, cuando está a punto de comenzar el reparto, solo cuentan con unos 1.200. Así que el banco lanza un SOS para llegar a esa cifra, advirtiendo además de que la demanda de comida para fines sociales no hace más que subir.

¿Quién puede donar leche? Lógicamente, el banco apela siempre a las empresas alimenticias, ya que su capacidad para donar alimentos como la leche es grande. Pero José Luis Doval indica: «Es cierto que a veces resulta difícil ya que nos den porque estamos pidiendo continuamente». Así que también hacen un ruego a todos los ciudadanos para que aporten su granito de arena. Recuerdan que no solo se puede participar en las recogidas que hacen puntualmente en los supermercados, sino que todos los días hay voluntarios en el banco para recoger comida -el almacén está en la calle pontevedresa Faustino Santalices-. E incluso ofrecen la posibilidad de ir a buscar las donaciones a domicilio.

La situación de Venezuela

El banco de alimentos no da directamente comida a las familias. Lo que hace es repartir los productos a las entidades y que sean estas las que los entreguen. Notan que está subiendo la demanda de alimentos porque así se lo transmiten las oenegés, que le piden que aumenten las cantidades que les suministran de leche, aceite, cacao o galletas. Para Doval, esta situación tiene una explicación clara: «Además de la pobreza crónica, que no baja, están surgiendo muchas necesidades por la llegada de muchos venezolanos que huyen de la situación de su país y que en muchos casos se vienen con lo puesto».

La falta de leche en los bancos de alimentos no es exclusiva de Pontevedra. Ocurrió recientemente en otras ciudades como Ferrol y Santiago. Y, tras lanzar un SOS estas entidades, se logró animar las donaciones.