El Arxil Mafari logra un ascenso merecido que ahora hay que ratificar en el despacho

La Voz PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

20 may 2019 . Actualizado a las 20:00 h.

El Arxil Mafari se ha ganado a pulso y a base de anotaciones su ascenso a Primera Nacional. Llegó al último partido ante el Calasancias con el trabajo ya hecho y el salto de categoría conseguido, así que lo único que hubo en el pabellón universitario fue una fiesta, pero una fiesta intergeneracional entre las chicas del equipo de Liga Femenina 2, las júnior y las sénior. La unidad del grupo las llevó a levantar la copa. Muchas jugadoras alternaron el equipo de Liga Femenina 2 con el sénior y con las niñas del júnior dando aún más calidad al bloque.

La recompensa ha sido el ascenso, pero este logro deportivo debe ratificarse ahora en el despacho. Hace dos años ya lograron ser las campeonas de la categoría, pero rechazaron el ascenso por motivos económicos. «Esta semana vamos a disfrutarlo y a partir de la próxima nos vamos a sentar. Cuando empecemos a planificar la temporada de Liga Femenina 2 y veamos los posibles ingresos, tomaremos la decisión. La liga es muy cara y hace dos años tuvimos que renunciar», comenta Lino Vázquez, entrenador del Arxil Mafari, quien reconoce que «es muy costosa porque coge Cantabria, Castilla y León y Asturias y los equipos filiales no tienen subvenciones». Antes del 1 de julio tendrán que tomar una decisión para comunicársela a la Federación Española de Baloncesto. «Lo importante es mantener nuestra filosofía, tenemos tanto, podemos gastar tanto», comenta el directivo y entrenador del club verde.

La juventud de la plantilla mezclada con la veteranía de Natalia Seoages y Jara Tura dieron fortaleza a este equipo, que se completó con jugadoras de 16 y 17 años. El trabajo de la cantera es una de las máximas del club, que pretende cuidarla y nutrir al Arxil de Maite Méndez. Además del aspecto económico, el ascenso también supone un esfuerzo deportivo importante. Muchas de las jugadoras del Mafari juegan habitualmente con LF2 y competir en Primera Nacional dificultaría esta posibilidad. «El año que viene habrá una más que entrará en el primer equipo», confiesa Vázquez, quien tiene por delante un mes para hacer que el puzle económico encaje a la perfección con lo logrado en la pista.