El revolcón del PSOE al PP en la ciudad se dio en 89 de las 106 urnas

S.B. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

Los populares, hasta ahora claros dominadores, solo se impusieron en 14 mesas

29 abr 2019 . Actualizado a las 20:28 h.

En las elecciones generales de junio del 2016, el PP se impuso en 97 de las 106 mesas electorales constituidas en el municipio de Pontevedra. El pasado domingo, la lista encabezada por Ana Pastor solo ganó en 14 urnas y empató con los socialistas en otras dos.

Esos datos son tal vez los que mejor reflejan el revolcón electoral que se produjo el domingo en Pontevedra. El PSOE (16.349 votos en el conjunto del municipio) dio un vuelco a los resultados en 89 de las mesas electorales, además de esas dos en las que empató con el PP (11.817) como primera fuerza. Al PP le queda el aparente consuelo de haberse impuesto en cuatro parroquias: Bora, Campañó, Cerponzóns y Lourizán.

89 mesas ganadas por el PSOE, 14 que cayeron del lado del PP y dos empates suman 105 urnas. ¿Y la que falta hasta las 106? Es la de A Canicouva, esa mesa electoral en la que elección tras elección el BNG sale ganador. El domingo no fue una excepción, y fue otra vez la única alegría de los nacionalistas, que vieron como en 13 mesas no llegaron ni a la veintena de votos. En total, sumaron 3.436 votos en el municipio.

La tercera fuerza en Pontevedra fue Unidas Podemos (7.681 votos), que superó el centenar de apoyos en 16 de las 106 mesas e incluso quedó en segundo lugar en once.

Ciudadanos (6.348 votos) fue segundo en cinco mesas y alcanzó el tercer puesto en 28.

Y el absoluto fracaso de En Marea (472 votos en Pontevedra) se escenifica en que hubo tres mesas en las que no obtuvo ni uno solo y once en las que solo se registró un único apoyo para la formación.

Los partidos luchan contra el exceso de euforia o la desmovilización

Aún con la resaca de la noche electoral, los partidos locales trabajan ya con la mirada puesta en la nueva cita con las urnas del 26 de mayo, esta vez para elegir a los representantes en el Concello.

El candidato del PP, Rafa Domínguez, lejos de ocultarse, fue el único que convocó a la prensa. Reconoció el batacazo electoral, subrayó que el voto a VOX «se demostró inútil en Pontevedra», pidió esos apoyos de cara al 26 de mayo y matizó que las elecciones del domingo no fueron un plebiscito sobre Ence. Busca evitar la desmovilización de su electorado y se erigió en «la única alternativa» al BNG.

En el PSOE se corre el riesgo contrario: de sufrir un exceso de euforia. Tino Fernández señaló que «corren tempos de cambio e de liberdade», e invitó a quienes apoyaron el domingo a los socialistas a repetir el 26 de mayo «para que o partido da igualdade recupere o lugar que lle corresponde tamén aquí, na nosa cidade».

Miguel Anxo Fernández Lores se mostró satisfecho de la campaña del BNG, «porque duplicamos resultados en Galicia». María Rey (Ciudadanos) espera que «el cambio llegue a Pontevedra», y Luis Rei (Marea) aplaudió el freno a la ultraderecha y declinó valorar la caída de En Marea: «Eu me debo a un partido de obediencia exclusivamente local».