La moringa y el kalanchoe, a la despensa

Bea Costa
bea costa MEIS / LA VOZ

PONTEVEDRA

Mónica Irago

La feria ecológica de Meis se consolida. En su quinta edición hubo más puestos, nuevos productos y se lanzó una apuesta por el cultivo de setas en el monte

08 may 2017 . Actualizado a las 08:15 h.

Frutas deshidratadas, maíz blanco, setas, guisantes, habas, guayabos y también kalanchoe, una exótica planta medicinal que este año fue la gran novedad de la Feira do troco de sementes e produtos ecolóxicos de Mosteiro (Meis). Por haber hasta hubo cocina mexicana, elaborada con harina de moringa y espelta. La Praza da Feira ofreció a los aficionados de la huerta ecológica la oportunidad de comprar y de cambiar productos que, difícilmente, localizan en los mercados convencionales, convirtiendo a esta pequeña localidad, por un día, en un vergel para quienes buscan una alimentación libre de pesticidas.

Un grupo de vecinos decidieron hace cinco años abrir un foro para facilitar el intercambio de semillas de plantas que, por su baja rentabilidad, están en vías de extinción: el repollo de Corón, las habas de mata alta, las judías amarillas de manteca o las sandías y melones tradicionales de los campos de O Salnés. Quienes querían cultivar estas especies en sus huertos no las encontraban en las tiendas agrarias, y la asociación Xaramelo decidió actuar de intermediario. Y lo están consiguiendo. Su puesto de trueque de semillas fue ayer el más visitado por las personas que buscan esa variedad imposible de comprar, incluso del tomate negro de Santiago, que, por primera vez, se vio por estos lares. «Non nos chegaron os botes para tanta semente», explicaba ayer la presidenta de la asociación, Sandra Carballa. La feria nació con cinco puestos y ayer fueron veintiséis. Una notable progresión en cantidad y en variedad de productos que se vio reforzada con una buena respuesta del público, lo que anima a la organización a seguir en esta línea, según anuncia su presidenta. De hecho, en Xaramelo tienen otros proyectos, como el de hacer un huerto comunitario ecológico en pleno Mosteiro; ideas le sobran, un particular les cede una finca pero les faltan manos para cultivar y cuidar la tierra. «Necesitamos xente». El objetivo de la asociación con estas iniciativas es divulgar y concienciar a la población, y no solo a los urbanitas, sobre las ventajas y posibilidades que ofrece la agricultura ecológica. «En Meis hai moita xente acostumada a usar químicos na horta». Por eso, cada año hacen también su particular apuesta por la formación. Ayer se habló del aprovechamiento del monte para la producción de setas de la mano de Claudio Quintillán, que algo sabe del asunto a raíz del proyecto desarrollado en el monte comunal de Castrove años atrás. Aquella experiencia resultó fallida por diferentes factores -los efectos de los incendios, la falta de compromiso de los propietarios y de la Xunta, según explica-, pero él no duda de la viabilidad y la rentabilidad de este tipo de explotaciones a la sombra de robles, castaños y pinos. «Eu creo que o monte é multifuncional, pode ter varios aproveitamentos. A nivel persoal teño a experiencia, e podo dicir que funciona», afirma.

Xaramelo quiere crear un huerto comunitario en Mosteiro, pero

le faltan manos