Cuando la tecnología es libre y solidaria

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

PONTEVEDRA

MONICA IRAGO

Un variado grupo de profesionales intentará diseñar herramientas que mejoren la vida de los refugiados

03 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

De repente, la imagen de un niño con la cara enterrada entre la arena y el agua nos zarandea, nos rompe el corazón, nos hace enrojecer de vergüenza. Durante un tiempo ardemos de indignación pero, a medida que se desdibuja el recuerdo de aquella foto dramática, vamos acostumbrándonos a convivir con la tragedia de los refugiados igual que antes nos acostumbramos a convivir con todas las otras tragedias humanitarias que suceden, infinitas. Esa normalidad no implica, necesariamente, olvido. Ni falta de empatía. Al menos no en todos los casos: son muchos los colectivos que, de una u otra manera, intentan aportar su granito de arena para mejorar las condiciones de vida de quienes se vieron obligados a dejarlo todo atrás -su país, su casa, cuántas veces incluso a su familia- para, simplemente, intentar mantenerse con vida. El Hackhathon for refugees que mañana empieza en Vigo es una prueba de que la solidaridad existe, y de que tiene muchas formas de manifestarse. En este caso, hablamos de tecnología.

Poniendo el foco

El vilagarciano David Vílchez, integrante del colectivo Agile, es uno de los organizadores de este encuentro en el que profesionales de diversas áreas se reunirán durante todo el fin de semana para intentar construir un mundo mejor. En las dependencias de Impact Hub Vigo, unos aportarán su conocimiento de la realidad que viven los refugiados y pondrán el foco sobe diversos problemas. Otros, los técnicos, los especialistas, ofrecerán todo su talento para intentar desarrollar herramientas que resulten útiles sobre el terreno. «Hemos detectado que las oenegés tienen grandes carencias en materia tecnológica, y de lo que se trata es de intentar desarrollar plataformas que les sean útiles para hacer su trabajo», explica Vílchez.

De momento hay cuarenta participantes inscritos en el Hackhathon for refugees, pero aún hay espacio para algunos más. «Normalmente, en este tipo de encuentros, los participantes suelen ser programadores, diseñadores, perfiles más técnicos. Pero teniendo en cuenta el tema que abordamos, decidimos ampliar el arco y esta vez también contamos con oenegés, periodistas, abogados...». Esa decisión de abrir el foco se adoptó tras la experiencia acumulada el pasado mes de junio, cuando en Lobeira (Ourense) se celebró la primera edición de este encuentro.

De aquel primer encuentro en Lobeira salieron muchas ideas. Desde la creación de una plataforma para conectar a personas refugiadas con voluntarios a través de un chat, hasta un sistema para geolocalizar a personas refugiadas a partir del trazado de mapas de rutas.

¿Y qué proyectos germinarán en esta edición? Pues está por ver. La idea, explica Vílchez, es que los participantes se dividan en varios grupos de trabajo para abordar, desde ópticas diferentes, las cuestiones que se han propuesto como ejes argumentales de la cita. «Queremos enfocar tres cuestiones clave. Una, cómo obtener información sobre lo que está ocurriendo sobre el terreno. Dos, cómo mejorar la difusión de esos datos. Y, en tercer lugar, desarrollar plataformas que puedan ser útiles a los refugiados tanto durante el camino, como en sus países de destino, para facilitarles acceso a informaciones que pueden resultarles de interés. Por ejemplo, una plataforma para traducir al sirio las página web del Ministerio del Interior», expone Vílchez.

De todos estos asuntos se hablará, se debatirá, se intercambiarán puntos de vista y posibilidades. «Es evidente que en un fin de semana no se va a desarrollar ninguno de los proyectos que puedan surgir», señala Vílchez desde Agile Galicia. Pero los resultados de los trabajos que aquí queden esbozados serán publicados bajo licencias abiertas con la idea de dar continuidad a estas iniciativas, bien sea por parte de quienes lo promovieron, bien por cualquier otra persona que, a posteriori, quiera echar una mano. Así que, ya lo ven, este evento tiene también un componente de Software Libre.

La fórmula tradicional

Reconoce David Vílchez que la asociación entre tecnología y solidaridad se nos antoja, de entrada, extraña. A fin de cuentas, solemos asociar la ayuda a los refugiados con donaciones monetarias, con material, con ropa, con alimentos. El Hanckhathon for refugees demuestra que hay otras formas de ser solidarios, aunque los organizadores no desdeñan las fórmulas más tradicionales. De hecho, «una vez cubiertos todos los gastos, lo que sobre, aunque no sea mucho, será destinado a las oenegés que están ayudando a los refugiados», dicen los organizadores de este movimiento contra la indiferencia.

Asociamos la «ayuda» con donar dinero, ropa, comida; aquí lo que se cede es talento

Los proyectos que surjan se publicarán bajo licencias abiertas para darles continuidad