A punto de cerrar la legislatura, el jefe del Ejecutivo solo ha pisado una vez de de forma oficial su propia ciudad
25 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.«¡Sería el colmo que no se use el plus de Rajoy para Pontevedra!». La frase, del entonces portavoz local del PP, Telmo Martín, hace ahora cuatro años, cuando el PP se asomaba a la victoria en las elecciones generales, venía a colación de lo que supuso para León la presidencia de su antecesor en la presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
En el haber del socialista con su ciudad figuraban, a final de mandato, cinco mil millones largos incluyendo inversiones indirectas y una treintena de visitas oficiales e incluso la celebración de un Consejo de Ministros.
La austeridad impuesta por el Gobierno de Rajoy nada tiene que ver con la inyección inversora de los primeros años de José Luis Rodríguez Zapatero. Pero tampoco en visitas oficiales se ha prodigado Rajoy. En el Ayuntamiento aún esperan para desplegar la alfombra roja, en respuesta a la invitación que se cursó por carta, con remite de Miguel Anxo Fernández Lores, a Mariano Rajoy para que este hiciese una visita institucional a su Concello como presidente. Rajoy la ha evitado y ha preferido recalar en Pontevedra solo por motivos familiares o de partido, con la excepción de cuando inauguró, como presidente del Gobierno, el Sexto edificio del Museo. En aquella ocasión le dio plantón Lores, que no acudió en protesta por la supresión del patronato del Museo.
Segundo plantón
Y el plantón se repitió con motivo de la presencia de Rajoy primera vez, con un presidente del Gobierno, como máxima autoridad en la entrega de despachos en la Escuela Naval. Sobrevolaba el ambiente el recurso del Gobierno a la paga extra que el Concello pagó a sus funcionarios en contra del criterio del Ejecutivo central.
«Pontevedra ha sido, es y será siempre mi ciudad», dijo Rajoy en el Teatro Principal en un mitin de apoyo a Jacobo Moreira en la última campaña a las municipales. Pero el papel de pontevedrés en el Gobierno parece Mariano Rajoy habérselo dejado a la ministra Ana Pastor, que sí se ha prodigado en inauguraciones de obras y colocaciones de primeras piedras, la última, la de la circunvalación de Pontevedra. Insistió por tres veces la ministra en que Pontevedra era la única capital de provincia de España todavía sin una infraestructura de este tipo.
Ahora que Jacobo Moreira ha vuelto a agitar la capitalidad para tratar de erosionar a Lores, al que acusa de ponerse de perfil ante la pérdida de sedes o servicios para la ciudad, entre sus detractores muchos preguntan con sorna qué fue del plus de Rajoy.
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