Una galería de arte llamada Silgar

Marcos Gago Otero
marcos gago SANXENXO / LA VOZ

PONTEVEDRA

Paul Blane y Zoltan Tiborcz están rematando los detalles de la escena costumbrista en Silgar.
Paul Blane y Zoltan Tiborcz están rematando los detalles de la escena costumbrista en Silgar. m.g.< / span>

Dos artistas reproducirán con arena la «Última Cena» ante el éxito de público a raíz de la representación de un cuadro costumbrista en la playa

06 ago 2015 . Actualizado a las 07:50 h.

La playa de Silgar, el paseo marítimo más famoso de las Rías Baixas, tiene nueva atracción del verano. El trabajo con arena de los artistas ambulantes Paul Blane y Zoltan Tiborcz no deja indiferente a nadie y va camino de convertir este arenal en una galería de arte. Estratégicamente situado en un recodo del paseo y junto a una de las rampas de acceso, la reproducción de un cuadro costumbrista Los borrachos en el monasterio no ha cesado de sumar figuras y adornos desde el pasado fin de semana. Toda la escena está elaborada únicamente con arena y agua, grandes dosis de paciencia y maestría en escultura. El resultado es una obra efímera, pero de calidad, y la foto con la escultura de arena al fondo compite, en número, con las instantáneas que los turistas se hacen con la Madama.

El escocés Paul Blane destaca el respeto que los vecinos y los veraneantes tienen por su trabajo. Las esculturas ya llevan unos días en la playa y no han sufrido actos vandálicos. Al menos de las personas. Otro cantar está en las gaviotas, que solo ven en las figuras expuestas en la playa nuevos puntos de observación o de juego.

«Cuando llegamos por la mañana, tenemos que hacer algunas reparaciones, porque algunas partes de la arena se caen y las gaviotas bajan a la arena y se posan en los puntos más altos de la esculturas», detalla Blane.

Las gaviotas no entienden de arte, pero los sanxenxinos y sus turistas sí y a lo largo de todo el día el flujo constante de viandantes por el paseo se interrumpe al llegar a la altura de la reproducción escultórica para sacar fotos, dejar caer unas moneditas sobre una tela con las que se Blane y Tiborcz se sufragan la estancia, hacen preguntas y, en la mayoría de los casos, sobre todo los niños, se quedan con la boca abierta ante el despliegue artístico en el arenal. «Alguna noche se han llegado a juntar como 200 personas mirando, es todo un espectáculo», precisa una vecina de Sanxenxo.

La escena costumbrista está casi rematada. Está compuesta por varias figuras, pero le faltan todavía unos retoques, como una mesa con queso o un suelo embaldosado. «Aún nos queda trabajo para un día y medio», precisa Blane. Ahora bien, como arte efímero, esta escultura tiene un plazo límite de vida.

Tras el fin de semana, estos dos artistas tienen pensado acometer un reto aún mayor. Se tratará de reproducir en arena uno de los cuadros más famosos de la Historia del Arte. Es ni más ni menos que la Última Cena de Leonardo da Vinci. Trece figuras -Cristo y los doce apóstoles- que seguirán atrayendo la atención de peatones y bañistas unas semanas más. La intención de estos escultores es permanecer en Sanxenxo hasta el 1 de septiembre.

«Necesitaremos todavía un día y medio para acabar esta escultura»

Paul Blane

«Me gusta Sanxenxo porque la gente es respetuosa con nuestro trabajo»

Zoltan Tiborcz