Desarticulados dos puntos de venta de droga establecidos en sendos céntricos pisos
PONTEVEDRA
La Policía Nacional sospecha que los detenidos aceptaban bienes robados como pago por las dosis de hachís y marihuana
19 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.Agentes del Grupo de Tráfico Medio de la Policía Nacional acaban de asestar un nuevo golpe al trapicheo en el centro de la ciudad con el arresto de dos jóvenes que se cree que estaban al frente de unos puntos de venta de droga establecidos en sendos pisos del casco urbano. La denominada operación Lana ha puesto de manifiesto la estrecha compenetración entre la Policía Local y la Nacional a la hora de erradicar el menudeo de estupefacientes.
No en vano, la investigación arrancó el pasado 12 de noviembre cuando agentes municipales detuvieron a un peruano de 20 años después de haberlo sorprendido, supuestamente, cuando «acababa de hacer una entrega de una bellota de hachís a un tercero», reseñaron ayer desde la Comisaría, al tiempo que precisaron que se le practicó un cacheo al arrestado que permitió el decomiso de otras ocho piezas de cannabis, así como siete bolsitas con marihuana y 340 euros en efectivo.
De esto fue informada la Policía Nacional, cuyos agentes se hicieron cargo de las pesquisas posteriores. Así, pudieron determinar que el comprador no era tan inocente como parecía, ya que se trata de un pontevedrés de 27 años del que «ya se tenía conocimiento de su presunta dedicación al abastecimiento a mediana escala de estupefacientes». Además, se sospecha que pudiese ser receptador de mercancía robada como pago por las dosis de estupefacientes.
Dos días después del primer arresto, el juez instructor autorizó el registro del domicilio de este individuo, que también fue arrestado. En la céntrica vivienda fueron decomisados «unos 1.500 gramos de marihuana procedentes de distintas plantas, algunas de ellas secas, que se encontraban en la planta superior de la casa y 1.340 euros en efectivo».
Los agentes también localizaron numerosos efectos -desde televisores hasta ordenadores- de los que el detenido no supo aclarar su origen. Las sospechas de los investigadores apuntan en la dirección de que puedan proceder de robos y hurtos cometidos en distintos puntos de la provincia de Pontevedra.