Con el carnaval en el ADN

maría conde PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

A su condición de grupo más veterano del entroido, en el que irrumpieron en 1968, Os de Sempre une este año el de pregoneros

09 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El disfraz que eligieron para su primera incursión en el carnaval hace 46 años es un clásico y sigue hoy de plena actualidad. Aquella pandilla de amigos que entonces se vistieron de médicos y enfermeras para hacer un Trasplante de corazón tras el hito del doctor Barnard lograron la energía necesaria para continuar, casi medio siglo después, siendo un referente en el entroido pontevedrés.

Carlos Mouriño es el único miembro fundador de Os de Sempre que continúa desde aquella velada en el Mercantil, cuando el carnaval aún se celebraba a puerta cerrada. Con el citado disfraz llevaron su primer premio, y desde entonces el palmarés no ha hecho más que crecer. Hasta el punto de que deben su nombre a una anécdota relacionada con esta circunstancia. «En una ocasión, en el Mercantil, una persona preguntó a pie de escalera quién había ganado el concurso, y desde arriba le contestaron: Os de Sempre. Y ya nos quedó», contó.

En 1984 el entroido volvió a salir a la calle y se apuntaron como comparsa, «aunque no teníamos mucha idea de cómo era aquello». Pero quedaron de segundos, solo detrás de Xil Ríos. Así que durante unos años combinaban sus apariciones en el Mercantil -a veces, con varios disfraces distintos, animados por la directiva de la entidad para dar ambiente- con las de calle. Pero la consolidación de la fiesta urbana les llevó a centrarse en esta última faceta y ahora tienen cada carnaval dos citas ineludibles: el desfile del sábado y la Mostra da Parodia, de la que por cierto, también fueron precursores, cuando ellos mismos junto a otro grupo llegaron a cerrar con vallas la calle Benito Corbal el martes de carnaval para hacer sus actuaciones. A estas dos actividades unirán este 2014 el pregón de la fiesta.. «Solo salimos en Pontevedra y que te reconozcan en tu ciudad ya es un premio», apunta Alfonso Abonjo, otro miembro. «Pero también una responsabilidad -añade Cándido Sánchez, Tucho-. Como dice Carlos, no somos escritores ni literatos, lo nuestro es actuar en el carnaval, y es un poco complicado, pero trataremos de que quede bien».

Ahora son 17, pero llegaron a ser el doble. El primer fin de semana después de Reyes, se reúnen para decidir cuál será su propuesta para el entroido, una fiesta en la que no se gastan menos de 2.500 euros, la misma cuantía que tenía el pasado año el primer premio de grupos. Aunque en Os de Sempre hay miembros que son familia, Tucho reconoce que otros «no nos vemos a lo largo del año, sino que solamente nos reunimos para carnavales». «Al principio cuesta y ahora aún estamos en la época seria de trabajo -agrega Abonjo-, pero cuando se va acercando el carnaval empiezas con las bromas, recuerdos, te viene el ánimo y te vienes arriba. Y cuando llega, estás a tope. Es lo que suele pasar».

Estos días comienzan a preparar la plataforma a la que subirán el 1 de marzo. Tienen como base la nave de Taller Eliseo en Mourente y allí acuden, haya temporal o no, a soldar, cortar y diseñar la estructura. Cada uno ya sabe su tarea y a este respecto, recuerdan la creatividad de otro de los fundadores, José Antonio Dapena.

Para Os de Sempre, el carnaval goza de buena salud. «Cada año hay mayor participación; esto caló muy fuerte», dice Carlos. «Como el carnaval en la calle, no hay nada», apostilla Alfonso. Ellos dicen que su verdadero palmarés es haberse mantenido.