«La custodia compartida de los hijos no se puede aplicar por norma»

Elena Larriba García
Elena larriba PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

Aboga por el sentido común para que prevalezca siempre el interés del menor

26 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El anteproyecto de Ley de Corresponsabilidad Parental en caso de nulidad, separación y divorcio, en tramitación, pretende que la custodia compartida de los hijos deje de ser excepcional para convertirse en prioritaria. Ahora solo se conceder a petición de uno de los cónyuges o de ambos de mutuo acuerdo, pero a partir de esta modificación los jueces podrán otorgarla de oficio, si consideran que es lo mejor para el menor. La medida tiene defensores y detractores y no está exenta de polémica. Margarita Rey (Pontevedra 1960) es especialista en Derecho de Familia, sabe por experiencia que la casuística es muy diversa y aboga por el sentido común a la hora de aplicar la compartida.

-¿Esta modificación de la ley es necesaria?

-En las relaciones humanas lo que fallan son los pilares de una educación realmente igualitaria -total y absoluta a todos los niveles- que sustente cualquier modificación. No creo que este proyecto de ley, ni mucho menos este Gobierno, vayan a resolver ese problema de base. Aunque la mejoría es palpable en la sociedad y el papel del padre ha cambiado mucho, se implica más y no se conforma con ser padre de fin de semana, la mujer sigue teniendo un papel predominante en el cuidado de los hijos y en las nuevas generaciones se repiten los clichés.

-¿Ahora será el juez quien decida si la custodia debe ser compartida, aun en contra del deseo de los progenitores?

-Hoy por hoy un juez puede otorgar la custodia compartida si lo pide una de las partes o ambas de mutuo acuerdo. Mientras que con la nueva ley podrá otorgarla de oficio, aunque no lo pidan las partes, si lo considera de interés preferente para el menor. Esto, sinceramente, pues qué quieres que te diga... Yo creo que los padres deben ser parte fundamental en la toma de las decisiones que se consideren más convenientes para sus hijos. Y la compartida, cuando la conflictividad llega a extremos y los padres ni se hablan, puede resultar fatal. Aquí se da un poder total al juez pero sigue predominando el interés del menor, que es lo importante, y lo que hay que aplicar es el sentido común, teniendo en cuenta todas las circunstancias concurrentes en cada caso.

-¿La compartida es tan tan excepcional como dicen y lo habitual sigue siendo que le den la custodia a la madre?

-La compartida es excepcional y si se le da más a la madre es porque sigue teniendo un papel principal en el cuidado de los hijos y es la que más la solicita, mientras que el padre pide régimen de visitas. Aunque también he tenido casos de solicitudes de custodias por parte de ellos. Ahora mismo tengo padres separados que quieren implicarse seriamente en la educación de sus hijos y desean fervientemente compartir sus cuidados.

-¿Es cierto que hay quien la pide también para no tener que pasar la pensión?

-Habrá casos. Es cierto que al principio cuando salió la ley de divorcio muchos padres se sentían ninguneados y se preocupaban de que la pensión fuera la menor posible y de ocultar ingresos más que de los hijos. Pero eso cambió en estos últimos años de forma abismal.

-¿Se está tratando ya de concienciar a los progenitores desde los juzgados sobre la necesidad de pactar por bien del menor?

-Los jueces siempre recomiendan pactar y demandan a los progenitores que antepongan los intereses de los hijos a los suyos, compartiendo o no la custodia.

-¿Cuál es su experiencia profesional sobre los casos de custodia compartida?

-Tuve una pactada por los progenitores, que resultó bien porque no me llegaron noticias posteriores que digan lo contrario. Tuve otra impuesta por un juzgado de Tui, que resultó un desastre. Los niños estaban perfectamente adaptados con el padre, la madre se había ido, después decidió volver y le dieron la compartida. Y después otra sorprendente, de un niño de dos años que vivía con su madre, el padre se había marchado y en primera instancia le dieron la custodia a ella y visitas reguladas para él. Pero en segunda instancia le dieron la compartida al padre y se decidió que el niño pasara una semana con cada uno. No va tan bien como sería deseable porque los progenitores no se hablan.

- ¿Quiere decir que la casuística es tan amplia que no se puede aplicar por norma?

-No se puede aplicar por norma general y no creo que se pretenda eso. El juez la aplicará en caso de que considere que es lo mejor para el menor a la vista de todas las circunstancias concurrentes. No va a darla sí o sí cuando alguien se divorcie. Yo confió en el papel de los jueces con este cambio normativo.

-¿En todo caso sería lo ideal?

-La compartida es lo ideal cuando se dan las circunstancias para que sea ideal y verdaderamente los niños están felices. Los equipos psicosociales saben que cuando el conflicto entre los padres es fuerte y serio, la compartida no es viable. En los temas matrimoniales no existe A y B, lo jurídico se une con lo personal y confluyen muchos sentimientos y emociones. Por eso esta es una rama del Derecho que quema tanto, porque llegas a tener mucha empatía con los clientes y sufres sus problemas como si fueran tuyos.

-¿Desaparecen las maletas con la compartida?

-Desaparecen las maletas si los niños permanecen en su domicilio, pero no las de los padres que se turnan para estar con ellos, ni las de los hijos cuando son estos los que van una semana a casa de cada uno de los progenitores. Y si se turnan, qué pasa cuando una madre o un padre rehace su vida con otra persona e incluso tiene más hijos. Las maletas siguen existiendo, lo que hay que hacer es no dramatizar estas situaciones, que los niños vayan contentos y asuman la situación como algo natural. De hecho lo asimilan mejor que los padres.

-¿La corresponsabilidad parental es progresista y favorece la igualdad, como dicen?

-No es una cuestión de progresía o conservadurismo. Todo lo que se avance en igualdad debe favorecer a los dos sexos. Y todo lo que se legisle en las relaciones humanas debe guiarse por el sentido común y el bien de los menores. A este ministro de Justicia le encanta el bombo y platillo. La ley de tasas fue un desastre y una vulneración de la tutela judicial efectiva de los ciudadanos. La de restricción del aborto, una vergüenza. Y ahora nos viene con esta ley de la custodia compartida como un signo de progresía. Pues no. Cada caso es un mundo y no se pueden utilizar a los niños como conejillos de indias a la hora de legislar.

margarita rey feijoo abogada especialista en derecho de familia

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