Elnosa y el día de la marmota

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

La actualidad a veces es repetitiva, como le ocurría cada día a Bill Murray en «Atrapado en el tiempo»; lo ocurrido con la planta química esta semana es una prueba de ello

12 nov 2013 . Actualizado a las 14:45 h.

Desde que firmaron el conselleiro Agustín Hernández y el consejero de Elnosa Antonio Mesquita me asalta la sensación de un déjà vu. Ni la Xunta tuvo claro que la planta ubicada en Lourizán fuese a cerrar en el 2014 ni la industria química tenía el menor empeño en asumir este final.

Ambas partes han venido escenificando un vodevil que terminó en la firma casi clandestina de semejante acuerdo (que por cierto no pasa de la categoría de protocolo). Cada cual intenta vendernos su propia victoria y la derrota del otro.

La Xunta jalea que le ha puesto fecha de caducidad (otra) a la presencia de los tanques de cloro en Lourizán evitando un contencioso judicial que reportaría gastos a las arcas públicas y demoras en los plazos.

¿Pretenderá Agustín Hernández que la opinión pública sufra amnesia para que olvidemos que antes ya había «un compromiso inaprazabre de saída de Elnosa da ría de Pontevedra o 6 de xaneiro de 2014, si ou si», según palabras textuales del propio conselleiro de Medio Ambiente pronunciadas y reiteradas en 2011, 2012 y 2013?

¿Y qué vende Elnosa después de firmar el protocolo? Pues que ha ganado esta mano ya que logra una prórroga de tres años. Y después? «Ya veremos» quién gobierna Galicia en el 2017 y qué pretende hacer con el complejo de Lourizán.

Mientras, la electroquímica distraerá la atención mediática con la búsqueda de posibles emplazamientos alternativos. Algo que se suponía que debía haber hecho con motivo del anterior ultimátum, ahora fallido tras la firma del acuerdo de esta semana.

Argumentos resesos

Hasta los trabajadores de la clorera que han salido a quejarse de supuesta «falta de garantías» sobre su continuidad laboral me suenan resesos. Xaime Iglesias y los demás delegados están interpretando su papel. Saldrán a la calle, pedirán la continuidad de Elnosa y lamentarán el agravio comparativo que a su juicio los distancia de sus compañeros de Ence, a quienes ven mejor tratados por la Xunta.

Y del mismo modo ya es película también vista la reacción inversa. APDR, BNG y cuantos integran la llamada Plataforma 2018 emplearán el recurso de la calle, con manifestación ya anunciada para el 23 de noviembre, a fin de denunciar lo que ya se temían: que Ence y Elnosa se consolidarán más allá de la fecha tope en la que el Partido Popular dejó de creer hace tiempo.

Tomemos lo que acaba de ocurrir con Elnosa como preludio de lo que acontecerá antes o después con Ence. Solo resta esperar cuál será la pirueta legal-administrativa que dará cobertura a una decisión política. Lisa y llanamente.