El Concello de Sanxenxo manifestó ayer su disposición de acatar la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que recientemente revocó las licencias de obras y actividad de la discoteca Vanity, en Portonovo. Ahora bien, el equipo de gobierno quiso defender tanto su actuación como la de los técnicos municipales, algo que, a su juicio, quedó demostrado con la primera sentencia sobre el caso, favorable al Consistorio y dictada el año pasado por el Juzgado de lo Contencioso número 2 de Pontevedra.
El Concello explicó ayer que en su día recibió informes favorables a la apertura del negocio por parte de la Dirección Xeral de Sanidade y de la jefatura del Servizo de Calidade Ambiental de la Xunta. Después de aquellos trámites, los técnicos municipales realizaron comprobaciones en el local, por lo que el gerente de Urbanismo resolvió conceder la licencia de actividad. Tras aquella decisión, el Juzgado de lo Contencioso de Pontevedra desestimó el recurso del vecino de Portonovo que litigaba contra la discoteca, un particular que finalmente ha ganado la batalla en el TSXG.
Desde el Concello se criticó con dureza ayer al portavoz del BNG de Sanxenxo, David Otero, por sus valoraciones sobre la actuación del Consistorio en este asunto. «Un pouco de moderación e de reflexión -matizaron desde el equipo de Catalina González- non viña mal nalgúns momentos nos que se empregan expresións que só buscan algún tipo de rédito político. O goberno municipal non aproba ningunha licenza que non veña acompañada dos informes técnicos».