Los constructores estudian pagar seguridad privada para evitar robos

A.G. / N. D. A. PONTEVEDRA/LA VOZ.

PONTEVEDRA

20 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Los constructores de la provincia no están dispuestos a desayunarse cada mañana con que las vallas de sus obras han sido vulneradas y en el interior falta cobre, maquinaria o gasoil. A la difícil coyuntura económica que atraviesa el sector, hay que sumar un repunte de los robos del 7% entre enero y octubre respecto al mismo período del pasado año.

Esta estadística empeora cada año y ha llevado a los responsables de la Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción (APEC) a estudiar la contratación de seguridad privada que vigile las obras de la provincia. «Vamos a adoptar una serie de medidas para firmar un convenio para que podamos ofrecer un servicio al sector de forma ventajosa», señaló el gerente de APEC, José Antonio Martínez. El presidente de la patronal recordó esta semana tras una reunión con el subdelegado del Gobierno, Delfín Fernández, que desde que se suprimió la figura del vigilante de obra se han incrementado los robos, con especial incidencia en los trabajos del AVE, lo que convierte la franja atlántica en un caramelo muy apetitoso para los ladrones.

Desde la Subdelegación se han comprometido a incrementar la vigilancia policial y a que los agentes ofrezcan charlas informativas para dotar de nociones básicas de seguridad a los obreros, además de elaborar un decálogo sobre los puntos débiles de las sustracciones.

Material caro

«El material tiene un alto valor en el mercado y se puede transportar, quemar o trocear fácilmente», explica Martínez, que frente a las declaraciones de Delfín Fernández en las que fijaba la sospecha en «gentes de otra etnia, autóctonos y en mucho caso los trabajadores de obras próximas», señala que «las personas pueden ser de tipologías muy variadas e incluso grupos organizados».

La patronal de los constructores de la provincia percibe que la crisis supuso un repunte de los robos -se calcula que entre cien y 200 desde enero-, pero el subdelegado del Gobierno no encuentra una vinculación entre ambos aspectos.

Las cuentas hechas por los profesionales cifran entre cinco mil y siete mil euros el montante de los hurtos. «Les vale todo... la maquinaria, el gasoil, el cobre o cualquier parte del material. Todo es susceptible de ser sustraído», lamenta José Antonio Martínez.