Suiza se proclamó contra todo pronóstico campeona del mundo de fútbol en categoría sub 17. Lo hizo en Nigeria y contra Nigeria (1-0). Un triunfo histórico para el fútbol suizo, además cargado de simbolismo: 13 de sus jugadores son de padres extranjeros. En esa gran mezcla, raro sería no encontrar un gallego.
Efectivamente, Ricardo Rodríguez, el lateral zurdo titular en los seis partidos y autor de tres goles durante el torneo, tiene sus raíces familiares en Crecente (Pontevedra). «Nuestra aldea es Freixo. De allí son sus abuelos, tíos, varios primos... Muchos viven ahora en Vigo. Cada año, o si no siempre que podemos, volvemos a Galicia, ¡claro que Ricardo la conoce!», asegura desde un barrio de Zúrich su padre José. Empleado de una empresa de transporte, emigró a Suiza hace 20 años.
Emocionados con el triunfo de Ricardo («Llega mañana [hoy, para el periódico], estamos deseando abrazarle), la familia Rodríguez, chilena por parte de la madre del futbolista, vivió con intensidad el desarrollo del campeonato mientras se gestaba la sorpresa. «Lo vimos todos juntos por televisión, con mucha emoción. En Galicia tuvieron que verlo por internet, no había televisión que lo pasase, ¿no?», pregunta José.
Sin sentimentalismos
En España el torneo acabó cuando la selección cayó con Nigeria. ¿Le dolió? «No había corazones divididos en este caso, jugaba nuestro hijo», bromea el padre gallego de Ricardo, que tiene además otros dos hermanos: Roberto de 19 y Francisco, de 15.
El chico, que admira a Puyol y a Iniesta, milita en las categorías inferiores del Zúrich, aunque ya entra en los planes del primer equipo y llegó a estar en la convocatoria para el debut en Liga de Campeones contra el Real Madrid, aunque finalmente se quedó en la grada.
Con su origen español, José, que fue quien inculcó la afición futbolera a su hijo haciendo sus pinitos en su juventud, no quiere precipitar un futuro en la Liga: «Es muy joven. Aún tiene mucho que trabajar». El próximo verano, esperan volver a Galicia para celebrar en Crecente el título mundial con su familia.
Ricardo Rodríguez fue una de las piezas clave de la sorprendente gesta de Suiza, que no perdió ninguno de los seis partidos y solo sufrió en octavos de final ante Alemania, donde tuvo que recurrir a la prórroga. El joven de origen gallego disputó todos los minutos en juego como titular, y anotó 3 goles: uno en la dramática victoria sobre los alemanes, y otro en la semifinal contra Colombia, donde Suiza goleó por 4-0.
La selección centroeuropea logró en Nigeria el primer título en cualquier categoría para el fútbol del país. El gol de Seferovic tumbó a los jugadores de Nigeria y a los 60.000 espectadores que llenaban el estadio nacional de Abuja. Precisamente, el delantero de origen bosnio fue la gran figura de Suiza (junto con el meta Siegrist, el mejor del torneo), al marcar 5 tantos.
El triunfo de Suiza tuvo gran repercusión no solo por el hecho de estrenar el palmarés del fútbol patrio, sino por el hecho de que la mejor colección de futbolistas desde la que encabezó Chapuisat tiene 13 de los 21 miembros con doble nacionalidad, fruto de la emigración bosnia, portuguesa, tunecina, albanesa... Y está Ricardo Rodríguez, que aspira a continuar la saga gallega iniciada por Ricardo Cabanas en la selección de Suiza.