Lucía, a protagonista de Canción sen emoción, cre que o que lle fai falta para completar a súa vida é encontrar á súa media laranxa, alguén que a apoie, pero quizáis esa persoa resulte ser ela mesma. O argumento desta curtametraxe pretende amosar, como di o seu director, David Pardo, «la búsqueda de una persona con baja autoestima que empieza fuera y termina dentro».
Este drama romántico supón o cuarto traballo en curtametraxes do vigués David Pardo, quen o presentará esta tarde rodeado do seu equipo na Facultade de Ciencias Sociais, a partires das 20 horas.
«Es una historia de amor, más bien de desamor, sobre relaciones personales -explica este novo realizador-, que sirve para mostrar el conflicto entre deseo y realidad. Lo que la protagonista desea no se ajusta con la realidad, la realidad no le satisface, así que llega a la conclusión de que inventarla es mejor. Cuanto más soñamos a veces lo vivimos más».
Pardo realizou a súa curta sen ningún tipo de axuda oficial pero, como di, co el gran apoio do talento dos seu amigos. «Conozco gente que me dice: Debes ser el único, -afirma-. Creo que no, pero en todo caso no debería ser así. Yo estoy muy orgulloso de no tener subvención por muchas razones, la primera porque no le debo nada a ningún señor con corbata y la segunda porque sí le debo mucho a mis amigos. Y eso es un orgullo y satisfacción, como dice el jefe del Estado. Además, si subvención es una ayuda o alguien que te presta algo, pues tengo la más importante que se puede tener, el talento y el tiempo de un montón de gente. Nunca he visto a la Xunta regalar talento, solo euros y eso puede conseguirse en otro lado».
Profesionalización
De todos os xeitos, destaca tamén que sen as axudas oficiais, «es imposible que consigas algo que para mí es muy importante, que es profesionalizar el sector». «Pienso, y este es otro debate, que los cortos son otro género y deberían profesionalizarse y convertirse en un producto como el relato curta se publica y se vende como las novelas. Y este es un sector difícil de profesionalizar cuando te ves obligado a grabar con tus colegas cuando y donde puedes. Pero insisto en que estoy encantado de no deberle nada a nadie».
O director, que ademais tamén é guionista da curtametraxe, fundou a súa propia productora, Sétimo Ceo, «aunque bueno, de momento está en camino, es un proyecto». Un nome que podería, según subliña, aplicarse para referirse ao audiovisual galego, «que está en una nube, pero no tiene consistencia, no puedes cogerlo por las manos porque no existe, es lo que le pasa al cine gallego, porque prácticamente no se hace ninguna película gallega».
A curta exhibiuse xa nun festival en Burgos, e Pardo espera que a finais deste ano, no que se celebran a maioría dos certames, poida ser seleccionado en varios deles. «Aunque son una lotería y se parecen bastante a Eurovisión; uno hace sus quinielas antes y rara vez se equivoca».