Primeras denuncias contra alumnos que colgaron fotos de compañeros en la Red

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

Las imágenes se alojan en webs y son identificadas con descripciones o apodos despectivos Policías consultados sostienen que en muchos casos podrían tener repercusión penal

31 ene 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

PORNOGRAFÍA INFANTIL. ?a difusión de contenidos pornográficos con menores es uno de los delitos más perseguidos de la Red. Recientemente la policía desarticuló 62 comunidades pedófilas en todo el mundo. Desde finales del pasado año, la Comisaría ha constatado un incremento de los casos de estudiantes de centros educativos pontevedreses que, utilizando las cámaras de los móviles, retratan a compañeros para, acto seguido, colgar las imágenes en blogs y webs de Internet. En muchos casos, las fotografías van acompañadas por apodos y descripciones que los agentes consultados no dudan en calificar como vejatorios o despectivos. De hecho, ya se ha tramitado alguna que otra denuncia que han propiciado que se investigue este tipo de actuaciones. Así se ha podido comprobar la aparición de frases del estilo «esta es la puta número uno» o similares acompañando a la imagen de una menor, cuya foto se habría tomado supuestamente sin su consentimiento. Estas mismas fuentes confirmaron que la preocupación en la Comisaría es bastante grande, ya que se teme que pueda generalizarse este tipo de situaciones. Es por ello que los agentes hacen un llamamiento a los padres y profesores para que se conciencien de que, si bien la Red es una herramienta muy útil, también puede ser utilizada erróneamente. Recuerdan, asimismo, que el uso de cualquier imagen de menores, aunque sea por parte de compañeros de clase, es un delito perseguible penalmente, así como que las vejaciones o injurias escritas están también recogidas en el Código Penal. Asimismo insisten en que los progenitores y docentes deben conocer los mecanismos de la Red para poder evitar situaciones desagradables. En este sentido, insisten en que, hoy en día, la mera posesión de determinados contenidos puede terminar en un procesamiento. Es el caso de la pornografía infantil. En España ya se han dado casos de menores que, utilizando programas para compartir archivos como puede ser Emule, han volcado en sus ordenadores imágenes y películas con esta temática: «La simple descarga deja un rastro que podemos seguir para identificar al usuario. Luego se llevan las manos a la cabeza ya que desconocían que habían cometido un delito», precisaron estas fuentes consultadas.