O Burgo en el Camino

Elena Larriba García
Elena Larriba PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

RAMÓN LEIRO

Reportaje Las nuevas obras de rehabilitación en la zona monumental permitirán importantes excavaciones arqueológicas para seguir profundizando en los orígenes de la ciudad

10 jul 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

La rehabilitación de la calle Real, en una primera fase, y de la plaza de Valentín García Escudero y rúas adyacentes, en una segunda fase, abre nuevas perspectivas a los arqueólogos para seguir profundizando en la historia de la ciudad. Son las próximas obras de recuperación del Camino Portugués a su paso por el centro histórico de Pontevedra, con el puente de O Burgo como enclave fundamental. La excavación más fructífera para conocer el origen romano de Pontevedra se hizo hace quince años en las inmediaciones de O Burgo. Aquella intervención puso al descubierto un miliario romano que aparecía de pie, y su arranque prematuro impidió comprobar si estaba en su ubicación original. Este miliario sirvió de base para una nueva teoría que revolucionó el trazado de las vías romanas XIX y XX y llevó a asegurar que Pontevedra no sería la mansión Duos Pontes -en la vía XX Per loca marítima-, como se creía, sino Turoqua en la vía XIX. Esta excavación, cuya reanudación es ansiada por arqueólogos e historiadores, puso de manifiesto que los arcos enterrados de O Burgo -que se suponían del primer puente romano- pertenecían en realidad al puente medieval del siglo XXII. La investigación permitió asimismo profundizar en el conocimiento de la Pontevedra medieval, los aluviones que rellenaron el río y los avances de los malecones. En la rúa da Ponte, muy próxima a O Burgo, Anta de Moura realizó diez años después, en junio de 1999, otro sondeo que no permitió dar con la calzada romana que conduciría al primer puente de Pontevedra. Los pavimentos localizados serían en realidad de carácter medieval. Más recientemente, en la calle Princesa, se produjo el hallazgo de restos de muros y pavimentos, así como el hipocausto de una edificación, de distintas etapas de la época romana. Esta intervención amplió el área de investigación sobre los orígenes romanos de la ciudad, hasta ese momento bastante limitada a la cabecera sur del puente de O Burgo. Las próximas obras de rehabilitación en el centro histórico, desde la plaza de Curros Enríquez hasta el Lérez, estarán marcadas, por tanto, por la arqueología, que condicionará los proyectos municipales. La primera fase de recuperación del Camino Portugués a su paso por la zona monumental, que corresponde a la rúa Real, se empezará a acometer en septiembre, subvencionada por el Ministerio de Fomento con cargo al 1% cultural, un presupuesto de inversiones reservado a la recuperación del patrimonio artístico. Arcos tapados La segunda fase, incluye las plazas de Celso García de la Riega y Valentín García Escudero, rúa da Ponte y el tramo de la calle Sierra hasta el Mercado Municipal. El Ayuntamiento contratará la asistencia técnica externa de arquitectos para diseñar esta segunda fase de rehabilitación de espacios monumentales y, en función de la intervención arqueológica que se produzca, no se descarta una llamativa actuación en el entorno del puente de O Burgo para recuperar uno de sus arcos enterrados. La idea expuesta en su día por los responsables municipales es abrir una especie de galería bajo la calzada con acceso peatonal para visualizar el entronque del puente con el casco antiguo, hoy separado por la moderna avenida de Buenos Aires.