Carlos López Piñeiro reconoce la sorpresa que para los investigadores representa la aparición de una figura como la de Barreiro en la Pontevedra de los años 20. «E increíble que nunha cidade afastada poida surxir unha figura como a súa -comenta-. Liberal, demócrata, librepensador, simboliza o avance dunha sociedade que por debaixo da dictadura de Primo de Rivera vése que sofre unha transformación cultural e económica moi importante, que cuaxará na República e que se cortará co golpe de Franco». El autor de esta obra sobre el inventor lamenta que la mayoría de los proyectos e inventos de Barreiro hayan caído en el olvido. Pero una de las iniciativas más destacadas que llegó a plasmar fue la creación, junto a su hermano Ramón Barreiro y su amigo Ramón Peña, de la productora cinematográfica Folk, en el año 1931. En una entrevista concedida a El Pueblo Gallego y recogida en este libro Barreiro comentaba sus principios cinematográficos: «...no importa qué clase de cine, no importa el asunto, cuanto más simple mejor, tras la práctica diaria viene pronto la perfección y luego el estilo... Este estilo inconfundible será el marchamo más glorioso que acompañará nuestras producciones». La primera de ellas fue un noticiero cinemátográfico, presentado en el Teatro Principal en 1932 y que incluía imágenes del viaje de Azaña a Galicia, un concurso de natación celebrado en Vigo, la elección de Miss Galicia en Vigo o una jornada de atletismo en Pontevedra. Pero, según cuenta Piñeiro, el proyecto más ambicioso de la empresa fue un filme de propaganda encargado por el Partido Galeguista sobre el Estatuto Galego, Por unha Galicia nova, considerada la segunda película en gallego. Antes de su desaparición en 1935, motivada por el traslado del inventor a Madrid, Folk también produjo un año antes un reportaje sobre la Sociedad Gimnástica de Pontevedra y una película publicitaria de la marca Citröen.