Las aguas del río Lérez alcanzaron ayer su nivel más alto desde hace 150 años

REDACCIÓN PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

CAPOTILLO / TOMÁS MOLINA

Los desbordamientos del Rons y Gafos provocaron inundaciones en diversas zonas rurales y urbanas El río Lérez alcanzó ayer, coincidiendo con la pleamar, su nivel más alto desde hace 150 años, hasta el punto de que sus aguas cubrieron totalmente la presa Bora y e inundaron la estación de bombeo de Monte Porreiro que impulsa el agua de suministro de la ciudad hasta la planta potabilizadora de Lérez. El último temporal provocó numerosas incidencias y destrozos en la capital pontevedresa, aunque sin consecuencias graves. El Lérez no se desbordó a su paso por la ciudad, pero si el río Rons, a la altura de la Cross, y el Gafos, en la zona de O Marco, Tomeza y la rúa de Otero Pedrayo, que quedó cortada.

05 ene 2001 . Actualizado a las 06:00 h.

La inundación de la estación de bombeo de Monte Porreiro, que por la tarde ya funcionaba, no afectó al abastecimiento de agua a la ciudad, al contar con el suministro alternativo del Pontillón. El Concello garantizó, en todo caso, la potabilidad del agua que llega a los domicilios, debidamente tratada en la planta depuradora de Lérez, que al estar en una cota alta no tuvo problemas. La crecida del río Lérez, la más alta que se recuerda en siglo y medio, cubrió totalmente la presa de Bora y las aguas arrastraron cantidad de ramajes de árboles que llegaron hasta el puente de O Burgo, así como un depósito de agua en desuso que quedó encallado en el puente de los tirantes. A la crecida del Lérez hay que añadir los desbordamientos de los ríos Rons y Gafos. En A Xunqueira de Alba, a la altura de la Cross, A Pontecabras quedó anegada y cortada. Y en el cauce de los Gafos las inundaciones se produjeron en Tomeza, O Marco y en el tramo de la rúa Otero Pedrayo, donde un vehículo quedó atascado. El temporal de lluvia y viento también provocó la caída de torres de alta tensión en Xeve y en Verducido/Campo Lameiro. Los Bomberos y Protección Civil y las brigadas del Concello no dieron ayer abasto para atender todas las incidencias del temporal: sótanos inundados, cortes de luz, semáforos averiados, desprendimientos del alumbrado navideño y caídas de árboles en la ciudad y el medio rural con carreteras bloqueadas. Volaron tejas y planchas de la cubierta de los edificios y el viento arrancó vallas de publicidad, contenedores y señales de tráfico. En el parque de Las Palmeras cayeron varios árboles y también en la Illa das Esculturas y cementerio de San Amaro.