En Maceda se escucharon las chocas de algunos felos en las aldeas, aunque no fue posible vestirse y salir en grupo
14 feb 2021 . Actualizado a las 12:34 h.En el entroido de Maceda mandan los felos. Ellos son el corazón del municipio cuando llega el momento de celebrar su tradicional carnaval. Pero la pandemia se impuso al espíritu de los vecinos en un año, el primero en la historia, en el que no hubo barullo, ni reuniones en la praza das Toldas para partir, juntos, hacia la sierra y perseguir a los vecinos reclamando bica y licor café.
A pesar de todo, el sonido de las chocas pudo escucharse en algunas aldeas, como Santirso, donde se desempolvaron, junto con las máscaras, como una manera de combatir la nostalgia aunque fuera a las puertas de casa. No tenía sentido vestirse, porque las restricciones impedían cualquier tipo de encuentro, pero al menos el ruido espantó durante unos minutos la pena.
