Nuestro querido Montealegre

Francisca Castro

LOBEIRA

28 ene 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

No sabemos como llamarlo. Siempre tuvo importancia capital para los ourensanos. Los magostos se celebraban allí, siempre entre pandillas. Mirábamos la cruz que lo preside, y la historia sobre ella nos sobrecogía.

No hubo, ni habrá, persona que más adorase el Montealegre, como don Félix Molina, comandante músico, compositor y director de la banda del ejército, Zamora 8. Iba diariamente a pasar la tarde allí, a la Fuente de las Caracochas. Era feliz recogiendo lo que el querido monte daba y nos traía a diario berros, explicando que las berras eran venenosas y se parecían mucho. Nos traía setas rosadas, exquisitas, a veces preparadas por doña Lola, su esposa, y el agua de la fuente. Vivía en Santo Domingo, en el tercero, donde vivíamos nosotros en el primero, y nos profesábamos un gran cariño. No tenían hijos y me querían como a una hija, tanto, que cada vez que componía una canción me llamaba para que la cantase.

Era pequeñita cuando me enseñó el alalá de Lobeira. Me dijo que se la encargara don Joaquín Lorenzo, Xocas, y que tenía que cantársela a él. ¡Menudo apuro! Luego, fue mi profesor en Cisneros y la cantábamos en las excursiones. Tanto amaba al Montealegre don Félix que su último suspiro fue precisamente allí, pues falleció en las Caracochas.

Como legado nos ha dejado este músico y compositor canciones como «A costiña de Canedo», «Polo río abaixo vai unha troita de pe», «Alalá de Lobería» y muchas más.

Nuestro querido Montealegre debe estar triste. Ojalá lo hubieran dejado como estaba.

Ya no hay amor hacia el, con cámaras y todo lo que le cuelgan, ya no sabe qué es, ni para qué. La subvención era para jardín botánico, y es forestal. Mucho lío por ello.

Rosendo Fernández defiende el acuerdo a capa y espada. El portavoz de Democracia Ourensana tocó sus teclas y generó jaleo en las mociones, pero al Montealegre acabará por darle igual el traje que le pongan, retoñará y florecerá para todos los colores políticos por igual.