«A emoción dos viños» llega al monasterio de Celanova

ourense / la voz

CELANOVA

Álvaro Vaquero

En dos días, quienes acudan podrán degustar hasta 81 vinos por un máximo de 20 euros

04 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El monasterio de Celanova toma este año el relevo del programa «A emoción dos viños» que en el año 2011 pusieron en marcha Antonio Portela y Marina Cruces en Tui. Los primeros cinco años mantuvieron el escenario, el sexto se trasladó a la vecina Valença do Mino y el séptimo llega a Ourense. Marina Cruces, que actualmente es sumiller del restaurante Nova, explica que la iniciativa nació con afán de mostrar el trabajo que están desarrollando viticultores y pequeños productores que se mueven con criterios de calidad y aportan emoción a sus vinos. La idea de llevar la iniciativa a otros lugares hizo que se buscaron lugar apropiados. No en todos fue fácil el diálogo. La organizadora de esta cita resalta que en el caso de Celanova fue cómodo en la medida en que es la administración local la que gestiona el claustro.

El plan de este año incluye 48 vinos gallegos, trece procedentes de Portugal y una veintena más de orígenes diversos, desde Jerez hasta Cangas de Narcea y Borgoña. La cita, el sábado día 8 y el domingo día 9 de julio, se plantea como una invitación a nuevos sabores, en algunos casos de productores cuya cosecha es muy escasa, por lo que resulta complicado acceder a ella.

El sábado, de 11 a 14 horas y de 17 a 21 horas, quince euros dan derecho a una copa y a probar todos los vinos que se quiera. El domingo, de 11 a 15 horas, el precio es de 10 euros. Y para quienes opten por los días, serán veinte euros los que deban desembolsar. Para facilitar los desplazamientos se habilitará un plan de desplazamientos con autobuses.

Con un cartel en el que se mantienen desde la primera cita vinos de calidad contrastada como los rías baixas Zárate, albariño do Ferreiro y Marcial Dorado, la oferta incluye este año Conexión Mandeo, de Betanzos, y Tintas Femias de Cela, de Bueu, entre las singularidades. La aportación ourensana, que contó en los siempre difíciles inicios con el respaldo de autores como José Luis Mateo y Luis Anxo Rodríguez, de Monterrei y Ribeiro, va desde Manuel Formigo a Da Terra Viticultores, de Manzaneda, Pradio de A Peroxa, o José Luis Arístegui de Valdeorras.

Marina Cruces, que en su día puso en marcha esta iniciativa con el afán de divulgar vinos poco conocidos, resalta que todos los participantes son personas que en todos los casos han mostrado interés y respeto por el vino.