La Asociación Anedia organizó un taller para mostrar a los diabéticos cómo repartir las raciones de hidratos cada día
17 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.A la pregunta de qué les doy de comer a mis hijos los padres de niños diabéticos deben añadir un cálculo aritmético. Cómo distribuir las 21 raciones de 10 gramos de hidratos de carbono cada una que sus hijos pueden tomar al día para compensarlas con la insulina que también necesitan diariamente.
«Na casa antes tiñamos patacas, leite, verduras, e agora temos hidratos de carbono, proteínas... -señala Ana Pérez, presidenta de la Asociación Anedia-. Temos que saber ler moi ben as etiquetas. Non hai ningún produto prohibido, o que teñen é cantidades coñecidas. Necesitan coñecer o que van comer para poder actuar en consecuencia coa insulina». Para ayudar a los padres en esta tarea, este colectivo organizó ayer en la Casa Azul un taller sobre alimentación y contenido de raciones a cargo de las enfermeras y educadoras terapéuticas en diabetes Concepción Bande y Victoria Hierro.
Cómo repartir esas posibles 21 raciones es todo un ejercicio de equilibrio. Para un niño de nueve años que precisa una dieta de 1.900 calorías diarias, cinco van en el desayuno; una y media, a media mañana; siete en la comida; 3 en la merienda y el resto en la cena. Por poner un ejemplo, en el desayuno un kiwi supone ya una ración; otra, el vaso de leche; otras dos son 40 gramos de pan, y se completa con las dos medias raciones que pueden suponer la cucharada de cacao o la mantequilla. «Unha das cousas que desmitificaron -apuntó Pérez- foron os produtos específicos para diabéticos, porque eliminan azucre, pero cargan en graxas. E a diferenza en cantidade do que poden comer dun produto a outro é mínima».