Xunta y Fegamp inician las negociaciones sobre la continuidad de los grupos de emergencias, a pocas semanas de que terminen los contratos
13 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El 31 de diciembre remata el contrato de los grupos supramunicipales de emergencias (GES). Ese será el fin, pero podría no serlo. Todo depende de cómo evolucionen las negociaciones entre la Xunta -que paga parte del salario- y la Fegamp -que aglutina a los ayuntamientos y las diputaciones gallegas, que ponen el resto del dinero-.
Las conversaciones comenzaron ayer y la Xunta expuso su intención de seguir con el proyecto. Lo mismo se dijo desde la Fegamp, según explicaba al término del encuentro su presidente, Alfredo García. El también alcalde de O Barco, eso sí, ponía condiciones. La fundamental es el dinero.
En el convenio actual, los concellos pagan un fijo de 50.000 euros en salarios (salvo en aquellos casos donde los GES están divididos entre dos concellos, como en Ribadavia-Avión o en Lobios-Muíños, que la cantidad es inferior porque tienen menos efectivos) además de parte del coste de mantenimiento (ya que los 20.000 euros que aporta la Xunta en este concepto apenas sufragan la mitad, según los datos de García). Eso es lo que pagan ya de manera fija. Pero después queda otra parte variable, que depende de los trabajos de desbroce que hagan los GES y que la Consellería de Medio Rural -están implicadas también la de Presidencia y la de Medio Ambiente- les paga a través de fondos Feder.
Hasta 70.000 euros en el aire
Además de sumar mucho retraso en el pago de este dinero, los alcaldes mantienen que no hay criterios unificados sobre qué tipo de desbroce puede entrar en las ayudas. Eso, dicen, hay que cambiarlo. «En principio la Xunta ofrece facilidades en este punto, con la posibilidad de hacer desbroces en lugares más accesibles, que aunque sean más de coste más bajo, sean más fáciles de hacer», explicaba García, que añadía que se había pedido también un calendario cerrado de pagos. «Queremos que se pague a los concellos un porcentaje del dinero en marzo, otro en agosto y el resto una vez se certifique todo el trabajo anual», defendía el presidente de la Fegamp, que calificaba de asfixiante la situación económica que sufren los concellos más pequeños por esta situación. Esta cantidad variable puede suponer hasta 70.000 euros anuales.
Los concellos reclaman además que se incluyan pagos por la retirada de los nidos de avispa asiática, labor que también están llevando a cabo algunos GES. No afecta esta cláusula, de momento, mucho a Ourense, pero se prevé que pueda hacerlo en un futuro debido a la expansión de la plaga.
El nuevo convenio puesto sobre la mesa tendría una duración de tres años, y se mantendría el actual mapa de GES. Existen en O Barco de Valdeorras, Castro Caldelas, A Gudiña, Lobios-Muíños, Ribadavia-Avión y Pereiro de Aguiar. «Una vez tengamos el convenio, haré una consulta con los alcaldes y después decidiremos en función de lo que digan. Esa será la postura de la Fegamp, pero después cada alcalde puede tomar su decisión libremente», avanzó García.
Un calendario apretado con apenas un mes de margen para llegar a acuerdos
El inicio de las negociaciones llega un poco sobre la bocina. El convenio actual finaliza el día 31 de diciembre, y eso hace que si no se quiere interrumpir el servicio, haya que tener un acuerdo en poco más de un mes para que dé plazo a realizar todos los trámites y que el día 1 de enero estén prorrogados.
Ayer mismo se envió desde la Fegamp una carta a los alcaldes de los concellos con GES acerca del inicio de las negociaciones. Hoy está previsto que llegue a la Federación de Municipios un borrador del convenio propuesto por la Xunta, que después será remitido también a los regidores, con el objetivo de que entre el lunes y el martes puedan mandar sus sugerencias y propuestas de cara a la próxima reunión de negociación. «La idea es llegar a acuerdo y que podamos seguir, pero lo que no vamos a hacer es correr el riesgo de que después 70.000 euros no vengan», avanzó García. No quiso valorar las consecuencias de que se rompan las negociaciones.
Pero, ¿y si pasa? Si no hay acuerdo, el 31 de diciembre los trabajadores se irán a la calle. ¿Y si lo hay? Pues depende de cuándo se produzca. Si llega antes de final de año, seguirían los mismos; y, si no, entonces se le acabaría el contrato y sería necesario iniciar de nuevo el proceso de selección para cubrir todas las plazas. Esto redundaría en que, al menos durante los primeros meses del año, los ocho concellos estarían sin grupo de emergencias.