Allariz puso en marcha un servicio que da una segunda vida a lo que se tira
08 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El Concello de Allariz puso en marcha un Punto de Recogida y Recuperación (RER). Un servicio novedoso con el que se pretende dar una segunda vida a los artículos que los vecinos acercan al punto limpio situado en el Polígono de Chorente. Detrás de la idea está la concejalía de Medio Ambiente, que recogió la inquietud de Miguel Ángel López Sánchez, el encargado de emergencias y coordinador de Protección Civil de la villa. «La maquinaria de emergencias la tenemos en una nave al lado del punto limpio. Yo, cada día, veía las cosas que la gente tiraba y a veces me quedaba sorprendido porque con un simple arreglo se podían seguir usando. Algunas simplemente eran viejas e incluso veía que se tiraban artículos sin abrir», relata. Durante dos meses, de forma provisional para ver cómo funcionaba, pusieron en marcha el servicio. Sin publicitar, simplemente a través del boca a boca.
«Antes se abría dos o tres días a la semana por las mañanas. Ahora, como tengo que encargarme de las emergencias y funciona tan bien, no hay un horario concreto. Se ha puesto un número de teléfono en la puerta para que la gente llame y me diga cuándo quiera venir», explica. Y es que Miguel Ángel López Sánchez se encarga de todo. De atender a las personas que llegan para dejar los artículos, de clasificarlos, de arreglar los que puede y de entregarlos a los que los quieren.
«Esto lo hago porque me gusta, yo no soy técnico pero hay cosas que se arreglan fácilmente. Y si no sé hacerlo se lo digo al que se lleva el producto para que lo lleve a arreglar», explica. No todo se recupera ni se entrega todo lo que se pide. Los colchones, por ejemplo, se descartan y se llevan a un contenedor especial de voluminosos.
La idea de dar una segunda vida a los artículos va más allá. «No se trata de que una persona venga y se lleve de todo. Incluso que luego lo revenda, aunque eso va en la conciencia de cada uno. Se trata de que si alguien necesita algo en concreto venga aquí a ver si lo encuentra», relata.
Hay productos de todo tipo: muebles, electrodomésticos, sanitarios, televisores, lámparas, bombillas, sillas de bebé, vajillas y cuberterías... «Lo que más trae la gente son muebles viejos. Y muchos se los llevan para restaurar. También televisores de todo tipo. Una de las cosas que más me impresionó es que hay gente que tira televisores fullHD porque se han comprado una 4k», relata. Incluso, comenta como anécdota, hasta el Punto de Recogida y Recuperación llegaron unas puertas de la casa consistorial de Allariz, con el logo, que ya fueron recogidas por unos vecinos para poner en su casa. «Ya llevamos varios meses abiertos y nunca me imaginé que funcionara tan bien. Todos los días tenemos gente que viene a depositar y a recoger. Creo que hemos conseguido que haya personas que antes iban a tirar cosas directamente al contenedor y ahora las traigan aquí. O que quizás antes las vendían por Internet y ahora piensen que alguien las puede necesitar. Incluso viene gente de otros concellos cercanos», subraya. Al RER puede acudir cualquier persona que lo precise.
En el Punto de Recogida y Recuperación de Allariz no hay listas de productos, porque es un servicio dinámico. Es necesario que las cosas que entren vayan saliendo. Tampoco se reservan los artículos. «Cada vez que alguien se lleva algo, estoy encantado. Porque la idea es esa, que las cosas tengan una segunda vida. Hay gente que viene todos los días y no es su cometido. Lo que queremos es que el que necesite algo venga antes por aquí, por si tenemos lo que quiere. Es todo gratuito, no cobramos nada, aunque hay gente que nos dice si nos da algo. Queremos que sea un ciclo gratuito», dice Miguel Ángel López.
El Punto de Recogida y Recuperación da idea de la importancia que para el Concello de Allariz tiene el reciclaje, la reutilización y la recuperación. Pretende concienciar a los vecinos en el fomento del aprovechamiento de los recursos y mostrarles cómo pueden, además de separar la basura en sus domicilios, llevar a cabo más acciones individuales que revierten en la vida de otros ciudadanos. Una visita a las instalaciones sirve para comprobar de manera efectiva hasta qué punto estamos condicionados por el consumismo. El arcón donde se guardan los artículos sin abrir es un claro ejemplo.