Condenado a dos años de cárcel un abogado de Ourense que admitió dedicarse al tráfico de drogas con otros tres sospechosos
OURENSE

La incautación de un kilo de cocaína permitió desmantelar en el año 2020 un grupo dedicado a la venta de cocaína y otras sustancias en la capital
08 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.En el segundo semestre del año 2020, con muchas restricciones por el covid aún vigentes, los integrantes del grupo de estupefacientes de la comisaría de Policía Nacional de Ourense detectaron extraños movimientos por parte de un sospechoso que poco antes había salido de la cárcel y se encontraba en tercer grado. El individuo, que llevaba una pulsera telemática, podría haber vuelto al negocio de la droga por el que ya había sido condenado, por lo que se puso en marcha una investigación a la que se bautizó con el nombre de Operación Pulsera, en referencia al dispositivo de control que llevaba el cabecilla, apodado Alex.
Después de semanas de seguimientos y escuchas telefónicas autorizadas por dos juzgados de instrucción de la ciudad de As Burgas, se logró desmantelar al grupo y se incautó más de un kilo de cocaína. Hubo muchos arrestos, pero solo prosperaron las pruebas contra cuatro de los sospechosos, entre ellos un abogado con despacho en la ciudad.
Este miércoles, en la sala de vistas de la Audiencia Provincial de Ourense, todos ellos admitieron haber cometido un delito contra la salud pública, aceptando penas de prisión inferiores a las que se habían pedido inicialmente para ellos, pero que demuestran que las sospechas sobre sus actividades ilegales eran ciertas.
Se zanja así un asunto que comenzó en el mes de noviembre del año 2020, cuando los agentes constataron que Samuel Alejandro R. F., el cabecilla, un vecino de la capital que compraba grandes partidas de cocaína, hachís y marihuana que entregaba a otros colaboradores, quienes luego se encargaban de distribuirla entre los consumidores. Manuel V. M. era la persona a la que le correspondía transportar las partidas de sustancia ilegal desde el municipio pontevedrés de Catoira hasta la ciudad de Ourense, mientras que Ustilio S. M. y Carlos A. M. eran los encargados de guardar los alijos. Este último, el abogado, utilizaba tanto su domicilio como su despacho profesional para ese cometido.
Gracias a las pesquisas los investigadores tuvieron conocimiento de que el 3 de diciembre iba a llegar a Ourense una partida de cocaína, por lo que se estableció un dispositivo especial en la calle Ramón Puga, donde residía el cabecilla de la trama. Sin saber que lo vigilaban el transportista del grupo llegó al volante de un Skoda Octavia y accedió al garaje de Samuel, al que entregó un paquete blanco en el que lucía el logo Dolce & Gabbana. El receptor le entregó dinero y en ese momento irrumpieron en la escena los policías, que pudieron comprobar que lo que allí se intercambiaba no era ninguna prenda de lujo, sino un kilo de cocaína. Posteriormente se hizo un registro en la vivienda del líder del grupo, en el que se encontraron más cantidades de marihuana y hachís, así como básculas, calculadoras, billetes fraccionados y libretas con anotaciones de clientes y deudas.
Esa misma mañana los investigadores irrumpieron, previa orden judicial, en la vivienda del abogado, en la que se intervinieron nuevas cantidades de cocaína y dinero en metálico. También se inspeccionó su despacho profesional, en el que se localizó más droga.
La operación se mantuvo abierta durante las semanas posteriores, registrándose en enero el domicilio de Ustilio, en Coles. Había 4.000 euros en efectivo y varios envoltorios con cocaína. Este sospechoso afrontará ahora una condena de cuatro años de prisión, con multa de 54.020 euros.
? En cuanto al resto de acusados, el cabecilla de la trama cumplirá cuatro años y medio de cárcel, abonando una multa de 129.500 euros. Al transportista se le imponen tres años de reclusión y multa de 107.000 euros, mientras que al abogado se le condena a dos años de prisión. En su caso la multa a pagar es de 5.000 euros. Todos se mostraron conformes con la condena, por lo que ya no habrá recursos.