Páramo cultural

Rubén Nóvoa Pérez
Rubén Nóvoa DESDE MI BARRIO

OURENSE

12 ago 2022 . Actualizado a las 22:26 h.

Es cierto que no hay más que darse una vuelta por las localidades gallegas costeras de cabecera para comprobar que gran parte de la población ourensana se encuentra de vacaciones lejos del calor. Los que allí están nos cuentan que se tira mucho de sudadera. También, con envidia, vemos en sus redes sociales que van de concierto en concierto. Mientras, en Ourense un verano más sufrimos la sequía cultural de cada mes de agosto. Es cierto que los grandes titulares de estos días se los llevan otras sequías más graves, como la que deja casi sin agua desde hace una semana a los vecinos de Ribadavia o la que es un factor determinante en los incendios forestales que asolan otro verano más, y con especial virulencia, nuestra provincia. Pero no está de más recordar que los ourensanos que estamos en agosto en Ourense también tenemos derecho a disfrutar de una oferta cultural que cada verano se nos birla. Mientras en villas como Celanova, O Carballiño, O Barco y un largo etcétera programan actividades para sus vecinos y visitantes, en Ourense el apagón cultural es la tónica. Es cierto que no es la primera vez que sucede, pero también que la alergia que al alcalde ourensano parecen provocarle cierto tipo de actividades culturales no ayuda. Si no lo hacen por los que estamos en la ciudad, al menos háganlo por los turistas que llenan hoteles y el casco histórico de Ourense. Los pobres no tienen ni termas públicas casi a las que ir ni tampoco les podemos ofrecer algo de entretenimiento. La Ribeira Sacra sigue ahí y la gastronomía también, pero no les demos motivos para seguir viaje por la A-52.