«Inaceptable e inexcusable»

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OURENSE

09 may 2022 . Actualizado a las 21:01 h.

El «Como te digo una, te digo la otra» alcanza nuevas dimensiones cuando se trata del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome. Su criterio varía en función del lugar en el que esté colocado él y de donde estén colocados los demás. Al menos, podría reconocerlo. Es como cuando hay un conflicto en el que está implicada una buena amiga. Cuántas veces habré dicho: «Creo que no tienes razón, al menos no toda la razón, pero eres mi amiga y voy tuya».

A nadie le gusta reconocer que se equivoca. Bueno, a mí al menos no me gusta. Pero cuando lo haces te quitas un peso de encima y te quedas mucho más tranquila. Una psicóloga me explicó que cuando haces algo mal que afecta a otra persona lo más saludable es utilizar el «Lo siento» porque así transmitimos nuestro pesar. Cuando pides perdón dependes de que la otra persona te perdone y, en cierto modo, estás buscando que te tranquilice la conciencia.

Respecto al empujón que el alcalde le propinó esta semana a una sindicalista, ni lo siento ni perdón. Al contrario, lo que pretende Jácome —que es lo mismo que lleva pretendiendo todo el mandato— es tener la razón aunque las formas se la hicieran perder de manera irrevocable.

Hace unas semanas estaba el regidor muy pendiente de la agresión en la gala de los Oscar. Supongo que, acostumbrado a no filtrar lo que suelta por esa boca, le preocupaba que algún día alguien perdiese la paciencia, las formas e, inevitablemente, la razón que pudiera tener y le diese un guantazo. En sus redes sociales colgó entonces la siguiente reflexión: «Will Smith pide perdón y dice: ‘La violencia en todas sus formas es venenosa y destructiva. Mi comportamiento en los Oscar de anoche fue inaceptable e inexcusable’. Y ahora... todos los que en las redes lo justificaron ¿qué?». Pues eso alcalde. Pues eso. No lo siente. No pide perdón. Y jalea a los que lo defienden tras su empujón.

Lo explicaba muy bien un lector en un comentario, tras conocer la explicación de Jácome, que dijo que actuó de forma instintiva ante una posible agresión acústica. Decía algo así: «A mí instintivamente también me dan ganas de escupir al alcalde cuando lo veo por la calle. Pero no lo hago».