El PP facilita que el partido de Jácome ingrese 2.100 euros más cada mes del Concello de Ourense
OURENSE
Los populares rectifican tras cambiar de criterio la Fiscalía sobre la investigación contra el alcalde
02 abr 2022 . Actualizado a las 08:49 h.El partido del alcalde, Democracia Ourensana, recuperará el dinero que perdió tras la fuga de cuatro de sus siete concejales. El acuerdo salió adelante gracias al apoyo del PP, que hasta ahora no había facilitado la aprobación de la propuesta de Gonzalo Pérez Jácome. Pese a todo, como faltaron varios concejales, hubo un empate que tuvo que resolver el voto de calidad del alcalde. Este no dudo en criticar la ausencia de dos concejalas del PP por asistir al congreso de su partido en Sevilla en lugar de atender «sus obligaciones en el Ayuntamiento».
Para poner en contexto el acuerdo adoptado ayer, hay que tener en cuenta que los grupos políticos reciben una dotación mensual del Concello de Ourense de 700 euros fijos y 700 por cada uno de los ediles que los forman. Tras su ruptura interna, DO estaba perdiendo 2.800 euros al mes (2.100 euros desde que dimitió el díscolo Miguel Caride y se incorporó en su lugar un concejal que sí es afín a Jácome). Ahora ingresará la suma completa, como si tuviese siete concejales, hasta final del mandato y recuperará todo lo que dejó ingresar con efectos retroactivos desde el 1 de enero del 2021. Antes de ser expulsada del pleno, la ex de DO, María del Mar Fernández Dibuja, le dio irónicamente la enhorabuena a Jácome por llevarse «90.000 euros más de los ciudadanos» hasta el 2023.
El popular Jorge Pumar justificó el cambio de criterio de su partido en que habían desaparecido las «circunstancias colaterales» que antes hacían que no fuese el momento de aprobar este asunto. Inmediatamente, Jácome tomó la palabra y aclaró que Pumar se refería a que la Fiscalía ha pedido el archivo de las investigaciones contra él por supuesta malversación, precisamente en relación a los fondos que DO recibe del Concello. Además del PP, apoyaron la propuesta Ciudadanos y el no adscrito que dejó ese partido, Laureano Bermejo.
CRÓNICA POLÍTICA
La oposición se fue del pleno señalando las «condutas de acoso» del alcalde
Los plenos del Concello de Ourense son, con frecuencia, tensos y polémicos. El celebrado este viernes fue un nuevo ejemplo de ello. La sesión terminó antes de tiempo tras echar el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, a una concejala, María del Mar Fernández Dibuja, motivo por el que el resto de miembros de la oposición también abandonaron la sala. Al contrario de lo que ocurrió el pasado febrero, cuando el pleno tuvo que ser suspendido en una situación similar, el PP en esta ocasión no se unió a la protesta.
La tensión entre Jácome y Dibuja fue evidente desde el inicio de la reunión y el alcalde acusó a la concejala de estar «vociferando constantemente» desde su asiento, por lo que a la tercera llamada de atención ordenó su expulsión de la sala. El pleno quedó, a partir de ese momento, condicionado y los portavoces de BNG y Ciudadanos utilizaron parte de sus siguiente intervenciones para censurar la actitud del alcalde. Según dijeron, no había motivo para la expulsión de Dibuja. José Araújo, del partido naranja, habló de una «pataleta» del regidor y el nacionalista Luis Seara dijo que solo seguía en el pleno por respeto a la figura de Carlos Casares —sobre quien se estaba debatiendo— pero que inmediatamente después se iría.
Así lo hizo y, a él y su compañera Rhut Reza, les siguieron después todos los representantes del PSOE, de Ciudadanos y de los no adscritos que dejaron DO. El líder socialista, Rafael Rodríguez Villarino, intentó sin éxito tomar la palabra dentro y ya fuera explicó que su partido no ampararía las «condutas de acoso» del alcalde.
Solo se quedaron, por lo tanto, Jácome y los tres otros tres ediles que conserva Democracia Ourensana, así como los cinco concejales presentes del PP y un no adscrito, Laureano Bermejo (ex de Ciudadanos). El pleno, no obstante, duró solo unos cinco minutos más. Quedaban cinco mociones más para debatir, pero la mayor parte eran de quienes se habían ido por lo que solo se trató una presentada por DO para reclamar la ampliación de la autovía AG-31 hasta la frontera con Portugal, que se resolvió rápidamente.
Tampoco pudo tratarse, porque era necesaria la mayoría absoluta de la corporación, una modificación en las anualidades del convenio con la Confederación Hidrográfica para la ejecución de una senda entre Outariz y el Regato do Val. El alcalde anunció que convocará otro pleno extraordinario la semana que viene para abordar este asunto.
Otros asuntos aprobados en el pleno
Nueva ordenanza del impuesto de plusvalía
Tras la anulación por sentencia judicial del impuesto de la plusvalía, los ayuntamiento debían aprobar una nueva ordenanza y el Concello de Ourense lo hizo ayer. El asunto salió adelante por unanimidad, pero el acuerdo de todos los grupos políticos no evitó que PP y PSOE se enfrentasen a cuenta de la política fiscal del Gobierno central.
Implantación de una zona de bajas emisiones
Antes de su expulsión del pleno, la no adscrita María del Mar Fernández Dibuja defendió una moción que reclama al Concello de Ourense que avance en la definición de la zonas de bajas emisiones que impone la normativa actual. La propuesta se aprobó con el apoyo de PSOE, Ciudadanos y los otros no adscritos. PP, DO y BNG se abstuvieron.
Reactivación del «ecobarrio de A Ponte»
La moción del PSOE que reclama la reactivación del ecobarrio de A Ponte consiguió el apoyo unánime de la corporación municipal. La iniciativa insta a la Xunta a poner en marcha las inversiones previstas, que ascendían a veinte millones de euros. Según remarcó el PSOE, solo se ha ejecutado un 5 % de lo anunciado.
Mantenimiento de la oficina del consumidor
El partido del alcalde, Democracia Ourensana, se quedó solo ayer en el debate de una moción del PSOE que reclama el mantenimiento y refuerzo de la oficina municipal de información al consumidor. Incluso el PP apoyó la propuesta, pero Jácome insistió en que su intención es cerrar este servicio.
Homenajes para Carlos Casares
La última moción que se debatió y votó antes de que la oposición abandonase el pleno fue una del PSOE que pedía organizar homenajes al escritor Carlos Casares con motivo del veinte aniversario de su fallecimiento. La propuesta, que incluye la colocación de un busto en la calle del Paseo, se aprobó por unanimidad.